Guadalajara, Jalisco.
Grandes pinos adornados con esferas y luces de colores, piñatas de siete picos rellenas de golosinas, flores de Noche Buena en cada ventana y dulces tragos de ponche son parte de la celebración navideña dentro de los hogares.
Decoraciones navideñas. Foto: Isabel R.
Y claro, ¡no podían faltar los nacimientos! Hoy te contaremos un poco acerca de su historia y la historia de las y los artesanos cuyas manos los han elaborado de generación en generación.
El origen de los nacimientos, pesebres o belenes se remonta a hace casi 800 años.
San Francisco de Asís los bautizó como “montajes vivientes”.
En México, los pesebres se colocan en casas y plazas públicas desde el 08 de diciembre, pero solo con las figuras de María y José, los pastores, la estrella de Belén, ovejas, una mula y un buey.
El 24 de diciembre, las familias “acuestan al Niño Dios” para representar su nacimiento y las imágenes de los Reyes Magos llegan el 06 de enero.
Las piezas se elaboran a partir de totomoxtle, hojalata, barro rojo y barro betus.
Piezas del nacimiento. Foto: Isabel R.
Historias de vida
Se cree que el primer nacimiento hecho con figuras de barro se realizó en Nápoles, Italia, a finales del siglo XV.
Don Ignacio nació en Tlaquepaque, es artesano y desde hace 27 años se dedica a la elaboración de nacimientos.
“Yo desde los seis, siete años, veía a mi abuela trabajar, hacía piezas pequeñas y de ahí, empecé a tratar de hacerlas también y ¡lo logré! Después de eso estudié y al final decidí dedicarme a esto”.
Don Ignacio. Foto Isabel R.
Tres décadas de tradición
Humberto aprendió el oficio de su padre y madre. Hoy en día, tiene su propio negocio:
“Crecí con esto, era mi trabajo, era lo que tenía que hacer y deje de estudiar, solo terminé la secundaria y me dediqué de lleno a esto. Ya después de eso me casé y ahorita con mi esposa, nos dedicamos a lo mismo”.
Humberto. Foto: Isabel R.
Sobre el proceso
¿Cuánto tiempo conlleva elaborar un nacimiento? ¿Un par de días? ¿Tal vez semanas?, o ¿Hasta meses?
El proceso de elaboración inicia en enero y termina en diciembre ¡con las ventas! Es un trabajo de 365 días, ¡todo un año!, sin descanso, describe Ignacio:
“Es muy tardado el procedimiento, hay que hacer el barro, después elaborar la figura que se requiere y después pintarlos [...] Por ejemplo, al diseñar un pastor o la Virgen, es algo más complicado, pues hay que señalar todos sus rasgos, todas las características de su cara, sus manos y eso es un poco más tardado. Las piezas más grandes como casas o pocitos son un poco más rapiditas porque no requieren tanta habilidad y detalles”.
Don José y su familia elaboran los complementos del nacimiento: pastores, ladrillos, patos, gallinas y peces. Él nos habla de su “rival” en el oficio:
“Desde que empezó a salir el yeso y la resina nos perjudicó un poco, pero gracias a Dios todavía hay gente que sigue con la tradición de barro, que es lo que nos mantiene todavía con las ventas que tenemos”.
Don José. Foto: Isabel R.
Un nacimiento completo de 15 piezas tiene un valor aproximado de 450 pesos.
Pero, ¿qué representa el nacimiento para las familias mexicanas? Brandon nos cuenta:
“En mi caso, por ejemplo, te puedo decir que el nacimiento cada año se pone en el centro de la sala por tradición, pero también por el recuerdo de las personas que siempre han colaborado en la casa en colocarlo cada Navidad y personas que ahora no están y no nos acompañan físicamente como el caso de mis abuelos y de personas que están lejos, pero que en su momento llegaron a ser parte de ese momento familiar de la colocación del nacimiento”.
Nacimiento de Brandon. Foto: Isabel R.