Guadalajara, Jalisco. 

En la sección oficial de películas que compiten como Largometraje Iberoamericano de Ficción, en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) se encuentra “Los años salvajes”, película chilena que reflexiona sobre qué es el fracaso, y rinde un homenaje a quienes no lograron el éxito que esperaban en la escena musical.

En ese sentido se desarrolla la historia del rockero Ricky Palace, quien inició su camino en los 60 ‘s, pero en la actualidad se ve en apuros económicos cuando cierra el bar donde toca, en Valparaíso.

Foto: Eladio Quintero 

También lo declaran muerto por error en un diario local, y en un acto de reivindicación, decide reclamarle a su rival Tommy Wolf, una estrella en el extranjero, los derechos del hit que le robó. 

El director de la cinta Andrés Nazarala, comentó:

“La película es un homenaje a los que no lo lograron, a los olvidados, pero me parece que es interesante reflexionar sobre qué es el fracaso, si el fracaso es no tener un reconocimiento masivo o el fracaso puede ser venderse.

Este personaje, Ricky Palace, es un artista muy aferrado a sus convicciones, a sus principios, un tipo que no se vende, entonces me parece que se da una reflexión interesante sobre qué es realmente el fracaso”.

Es desde la comedia que “Los años salvajes” habla del envejecimiento, la frustración profesional, la falta de reconocimiento y la insistencia por la reinvención. Así, Ricky Palace, personaje interpretado por Daniel Antivilo, se convierte en una referencia sobre aquellas figuras olvidadas.

Y fue la construcción del personaje principal, el vínculo con la música y su anclaje en el tiempo, elementos de la historia que llamaron la atención de Florencia Rodríguez, productora de la película.

“Me gustó mucho el protagonismo que tiene la música con la película, y que fuera del lado B, de este personaje que no logró triunfar, pero que igual es valorado como una escena más indie, más de culto,

que creo que es algo que pasa en Chile, somos muy ingratos con nuestros talentos.

También en la medida que la desarrollamos, y se estableció mejor el paralelismo de la ciudad de Valparaíso y el personaje, creo que adquirió una nueva capa que me hizo sentir que el proyecto era mucho más interesante, más allá del personaje”.

La sección de Largometraje Iberoamericano de Ficción incluye las categorías de Mejor Ópera Prima, Mejor Dirección, Mejor Guion, Mejor Fotografía y Mejor Interpretación. En total participan 12 producciones.