La traza urbana como un mapa del pensamiento: Dante Alejandro Velázquez




Por Paúl Martínez Facio

Dante Alejandro Velázquez, es Arquitecto, docente, escritor, miembro desde el año 2000 del Consejo de Cronistas del municipio, actualmente Colegio de Cronistas de Lagos de Moreno, cuenta también con una trayectoria paralela, como escritor, editor y gestor cultural. Destaca él mismo su trabajo como cronista en el patrimonio edificado:

“Yo he trabajado específicamente sobre el área de Patrimonio y la Arquitectura, que es el tema en el cual me formé, y del cual tuve participación activa durante un tiempo, en la protección del patrimonio edificado histórico, y me ha interesado la crónica del siglo XX hacía acá, especialmente ahora estoy trabajando en unos temas de urbanismo y arquitectura que yo creo que son necesario para evitar que la ciudad, como ha sucedido con otras, tenga un futuro caótico”.

Dante conjunta en su visión al cronista y al arquitecto, cuando se le pregunta acerca de las transformaciones que históricamente ha registrado la ciudad, destaca el momento clave, que en el tema de urbanización atraviesa el municipio, resaltando las nuevas relaciones que tendremos que gestionar con ciudades vecinas, especialmente con León, Guanajuato. En este proceso, es importante volver la vista a la historia de la ciudad.

“Es muy importante para nosotros como cronistas tratar de establecer ¿Cuáles son los orígenes de la ciudad?, ¿cuál ha sido su desarrollo? y ¿Cuáles es su posible proyección? A mí me resulta muy atractivo estudiar a Lagos a partir de los años 70’s, quizás tenga esto un lado romántico, ya que está es la década en la cual yo crecí como niño, y vi los primeros fraccionamientos y por otro lado tiene el interés profesional, en relación a la ciudad y cómo el crecimiento de la ciudad va generando nuevas relaciones sociales que también son necesarias citar como cronistas”.

Estas relaciones son evidentes también en las obras literarias, otro de los intereses de Dante Alejandro, quien encuentra en estas obras, no sólo el deleite estético, sino también, la fotografía y el testimonio escrito de la manera de pensar de ciertos momentos. Escuchamos al cronista:

“La literatura por sí misma con el tiempo se constituye en un testimonio histórico, , si nosotros leemos la poesía de Francisco González León, nos damos cuenta de cómo es el entorno urbano que él vivió, tanto la forma de ser de sus habitantes, como físicamente, ¿Qué nos hace falta a nosotros? Establecer ese vínculo entre la sociedad, por ejemplo de González León y la de nosotros, y ¿Qué es lo que nos ha llevado a ser cómo ahora somos? ¿Por qué ya no tenemos los patios con macetas que él describe en uno de los poemas? ¿Qué sucedió con la ciudad, o qué sucedió con el mundo? para que se transformaran los patios?”.

Dante Alejandro manifiesta cierta tener cierta preocupación, a su parecer no se están produciendo suficientes testimonios de nuestra actualidad. En este sentido, destaca la importancia de que se realice crónica fresca, esa que se pueda realizar, si no al momento, si al corto plazo. En la que se registre, la vida de la ciudad en todas sus facetas.