Del dolor a la festividad: la desconocida y oscura historia del Día de los Santos Inocentes
Fotografía referencial.Fotografía: EFE




Guadalajara, Jalisco.

En una jornada que hoy nos invita a la risa y las bromas, el Día de los Santos Inocentes, paradójicamente, tiene sus raíces en una historia oscura de crueldad y muerte que nada tiene que ver con el humor actual, pero sí mucho con la inocencia.

Este día tiene sus orígenes en el Evangelio de Mateo, donde se narra la vida de Jesús.

La historia comienza con los Reyes Magos, quienes, tras el anuncio del nacimiento del mesías, engañaron a Herodes sobre su ubicación para evitar la amenaza a la vida del recién nacido.

Herodes, enfurecido por el engaño, decidió tomar medidas drásticas: ordenó la matanza de todos los niños menores de dos años en Belén.

Estos niños, convertidos en los "Santos Inocentes", fueron considerados mártires para los cristianos.

La Iglesia latina instituyó la celebración en algún momento entre finales del siglo IV y finales del siglo V, ligándola a la "octava de Navidad". Aunque la fecha del 28 de diciembre no tiene correlato exacto con los eventos bíblicos, se vincula a la celebración general de la Navidad.

En la Edad Media, el Día de los Santos Inocentes coincidía con la "Fiesta de los Locos", donde se realizaban parodias de rituales eclesiásticos y se elegían líderes de broma.

  • Esta festividad, originalmente una adaptación de la Saturnalia romana, desafiaba las normas morales cristianas y perduró hasta el siglo XVI.

Hoy, lo que comenzó como una tragedia bíblica se ha transformado en un día de risas y bromas. Aunque el tono ha cambiado, la historia oscura sigue presente en la memoria colectiva de esta celebración.


Héctor Navarro