La cultura como el camino para alcanzar la paz y la equidad social
Fotografía: Martha Partida




Guadalajara, Jalisco.

La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) reunió en el Auditorio del Hotel Hilton a Octavio Arbeláez, Lucina Jiménez, Danilo Santos de Miranda, John Kampfner y Francisco Serrano para hablar sobre la necesidad de una reconstrucción del tejido social y el papel que juega la cultura en dicha transformación.

Cada uno de los exponentes brindó sus opiniones acerca de cómo las manifestaciones culturales deben convertirse en un proceso de regeneración y creación de un imaginario colectivo que no se individualice. Hecho para el que consideraron que las artes serían de gran ayuda, si se concibieran como creaciones de significación más amplia y no únicamente como producciones de carácter estético diseñadas para el entretenimiento.

Jiménez afirmó que la situación de cruda violencia y desinterés social es el resultado de no colocar a los derechos humanos, la justicia, la igualdad y la educación como prioridades para la formación de los ciudadanos; fenómeno que, destacó, no sólo ocurre en regiones como México sino en todo el mundo.

Los cambios de administración que se viven actualmente en varios países fueron otro factor discutido por los ponentes, quienes aseguraron que estos “relevos de estafeta gubernamental” son esenciales y de gran impacto para la transformación cultural, y estuvieron de acuerdo en que lo importante es darle continuidad a los proyectos y programas sociales planteados por las administraciones salientes para que se pueda analizar cuáles han funcionado y cuáles no. “Proceso de reflexión que si se vive adecuadamente potencializara el desarrollo e influencia cultural de México” observó Arbeláez.

Con respecto a utilizar la cultura como generadora de paz, Jiménez recordó que “La paz no significa lo mismo en cada territorio ni en cada individuo, es una contracción que va gestándose junto a las cosmovisiones de cada región, y no es algo fijo o terminado, es un proceso constante”

Acerca de la función “pacificadora” de la cultura, los panelistas concluyeron que la cultura no puede cargar con el peso de ser el único agente que se encargue de recuperar la paz en las naciones, pero tampoco puede ser ajena a esta capacidad de la que dispone. Aseguraron, además, que antes de cualquier otra cosa, se debe debatir la función de los proyectos y organizaciones sociales y culturales para analizar si verdaderamente están colaborando con la creación de conocimiento, la inclusión y el respeto a la diversidad y la trascendencia de la participación pública.

Desgraciadamente el tiempo fue un factor que estuvo en contra para esta mesa de diálogo, la cual tuvo que finalizar dejando varias preguntas que se quedaron sin respuesta “Se requerirían otras dos mesas iguales para poder encontrar una resolución a tantas aristas que guarda la culturadijo Francisco Serrano para cerrar el panel.

Redacción: Martha Partida


Celia Niño