Jalisco sin Hambre continuará apoyando a familias vulnerables
Fotografía: Jalisco sin Hambre / Twitter




Guadalajara, Jalisco. 

Jalisco sin Hambre seguirá operando como programa de apoyo a familias en vulnerabilidad alimenticia y económica de largo aliento, informó el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, quien en el que sería el cambio de estafeta para que Cáritas y el Banco Diocesano de Alimentos, pidió a la sociedad civil y la clase empresarial seguir sosteniendo este programa para que se convierta en 2023, cuando se cumplan 200 años de la conformación de Jalisco como estado soberano, en un ejemplo para América Latina de la asistencia social de largo alcance.

"Lo que hoy tenemos que hacer es simplemente cerrar un primer ciclo de Jalisco sin Hambre y quiero proponerles que Jalisco sin Hambre siga siendo el eje articulador de una política y una apuesta de largo plazo, de largo aliento, de solidaridad, de compromiso social para que de aquí al 2023 en los que Jalisco va a celebrar 200 años de existir como un estado libre y soberano podamos construir la política de asistencia social, particularmente enfocada al tema de la alimentación la exitosa más profunda, más completa de América Latina".

Jalisco sin Hambre operó cuatro meses desde Expo Guadalajara, quien aportó trabajadores e instalaciones para la producción de los paquetes de alimentos, ahora prevén mudar el programa a un nuevo predio que será donado por el Gobierno de Jalisco al Banco Diocesano de Alimentos, para que desde ahí se armen los paquetes de despensas y se distribuyan a las comunidades con mayor necesidad.

Con las nuevas instalaciones del Banco Diocesano de Alientos, también buscará ser un banco de medicamentos y de ropa en buenas condiciones para el beneficio de los que menos tienen.

Durante los cuatro meses de Jalisco sin Hambre, se consiguieron entregar más de 270 mil despensas que impactaron a más de un millón de jaliscienses.


Celia Niño