Guadalajara, Jalisco.
Los riesgos que enfrentan los campesinos mexicanos que son reclutados para trabajar el campo dentro y fuera de México han pasado de ser malas condiciones laborales, a violaciones graves a los derechos humanos, como la esclavitud y el secuestro.
En 2006 el Centro de Investigación, Entrenamiento y Reclutamiento del Trabajador Organizado, (CIERTO A.C.), como iniciativa binacional en busca de mejoras del reclutamiento de campesinos y campesinas, documentó la situación precaria y de riesgo en que estaban siendo contratados jornaleros mexicanos tanto en Estados Unidos como en México. Ahora, CIERTO, se ha convertido en una agencia que facilita y observa, algunos procesos de contratación. Axel García, coordinador en México de la organización, explicó la falla medular por la que empresarios y gobiernos, violentan derechos de jornaleros.
“Se identificó que había un certificador que se dedicaba a certificar las condiciones laborables del rancho, que los productos que cultivaran adecuadamente, pero la parte humana y de derechos estaba en el vacío; no había quién asegurara a los ranchos la certeza de que el trabajador que llegara con ellos estuviera libre de todo tipo de abusos”.
Para cambiar la dinámica de explotación de campesinos, había que impactar, también, en la cadena productiva. Firmaron convenios con multinacionales como Costco para que asumieran compromisos regulatorios, generar productos de calidad, comercio justo y buenas condiciones laborales. José Martínez, coordinador en Estados Unidos de CIERTO, describe cómo inició la transformación del modelo de producción.
“La Unión de Campesinos se puso a pensar cómo verdadera mente podemos cambiar las estrategias para cambiar las vidas de los trabajadores; los súper mercados están interesados en tener una marca de integridad y segundo, continuidad de producto, esas dos cosas les va a mantener el negocio. Y los ranchos mismos que estén dando producto siguen teniendo mano de obra para cosechar el producto de calidad con continuidad. Damos apoyo a los trabajadores y al ranchero, pero no nada más a ellos sino al súper mercado y al consumidor; estamos enfocados en el valor que viene pata toda la cadena”.
CIERTO se planteó el reclutamiento de trabajadores del campo, para laborar en ranchos de corporativos estadounidenses pero en territorio mexicano, para evitar la transmigración, capacitar a los jornaleros no sólo con herramientas técnicas, sino legales, educación, soluciones alternativas de resolución de conflictos, derechos y la garantía se abría a si el campesino se trasladaba con todo el núcleo familiar. Después se abrió la posibilidad de que el trabajador decidiera si quería continuar en México, o migrar a ranchos en California, por ejemplo. Sin embargo, con las políticas migratorias de discriminación y xenofobia de Donald Trump, para CIERTO, cambió el escenario.
“Ahorita hay un ambiente de mucho temor y preocupación de la realidad de la mano de obra para la temporada agrícola, muchos de los rancheros que esperaban que Trump iba a abrir las puertas, en la realidad ha creado un terror en la comunidad migrante de donde la mayoría de los trabajadores agrícolas vienen de esa comunidad; muchos rancheros han visto que les falta mano de obra, hay menos gente que quiere salir a los campos. La gente tiene miedo porque vienen redadas de migración a levantarlos, ha habido redadas en California.”
Evitar el fraude y la contratación informal para terminar con una pirámide de injusticias, es una de las mínimas motivaciones por las CIERTO emprende reclutamiento respetuoso, a pesar de las nulas políticas públicas en el gobierno y un marco de negociaciones del TLCAN desfavorable para México que ocupa el cuarto nivel global de esclavitud según el último informe al respecto. Avelina, trabajadora agrícola de Oaxaca en San Quintin de Baja California, al iniciar una revuelta que les ha costado la vida, represión y continuar trabajando el campo de otros, define el problema perenne que atraviesan.
“Que no somos flojos, y no somos ignorantes. Este recorrido ya me abrió el panorama, todo lo que nos han dicho es una vil mentira. Nos quieren seguir engañando, pisoteando, y así venían los españoles a llamarnos, a explotar hombres y mujeres, a esclavizarlos. Estas empresas internacionales que vienen a establecerse a nuestro país gracias a nuestro gobierno porque el gobierno tiene la autoridad y el poder para controlarlos, pero son socios y se ayudan mutuamente”.