Guadalajara, Jalisco.
La Capilla de la Virgen de la Medalla Milagrosa, situada en la calle Obregón 188, casi esquina con Cabañas, pero sin acceso desde la vía pública, se va a recuperar y se va a restaurar, ya que se trata de un inmueble con valor histórico y patrimonial para la ciudad, afirmó el alcalde de Guadalajara, Pablo Lemus Navarro.
Para recuperar esa capilla que hoy está en el abandono, y que data de 1896, se hará un trabajo conjunto entre el Ayuntamiento de Guadalajara y el Centro Jalisco del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El ingreso para entrar a la capilla desde la calle Obregón es hoy propiedad de José Luis Márquez, quien en forma irregular la adquirió tras comprarla al PRI. El pasillo de acceso está bloqueado con locales comerciales, según denunció en noviembre pasado la cronista e historiadora Silvia Linet Flores, quien desde 2004 emprendió una lucha por recuperar la capilla.
“Tenemos dos vías: por las buenas y por las malas. Por las buenas es hacer una indemnización a uno de los propietarios de los locales comerciales. La capilla de la virgen de la medalla milagrosa está muy cercana a la Plaza de los Mariachis, quedó atrapada. Era un inmueble propiedad del Gobierno del Estado de Jalisco que fue donada al PRI. El PRI vendió estas propiedades, se hicieron locales comerciales alrededor y dejaron la capilla atrapada en el centro de la misma. Lo que nosotros estamos buscando es la indemnización”, explicó.
La restauración correría a cargo del INAH y sería el Gobierno de Guadalajara quien podría erogar entre cinco y seis millones de pesos para indemnizar a uno de los propietarios de los locales comerciales, aseguró Lemus Navarro.
“¿A quién le tocaría restaurar la capilla? Al INAH, porque es propiedad federal, pero nosotros ayudamos en todo lo que nos digan. Nosotros queremos colaborar en algo. Yo creo que podemos hablar de entre cinco y seis millones de pesos de un local comercial para por ahí pasar. Más o menos por ahí anda la cosa”, afirmó.
La cronista Silvia Linet Flores propone que ese inmueble histórico del Barrio de San Juan de Dios se convierta en un centro cultural, con biblioteca, para uso de los habitantes de la zona y de toda la ciudad de Guadalajara.