Guadalajara: una red de agua en terapia intensiva | Colectores con vida artificial desde la Revolución




Guadalajara, Jalisco. 

El colector más emblemático de Guadalajara es el que corre a lo largo de la Calzada Independencia. Fue de los primeros que se instalaron en la ciudad y data de la época de la Revolución Mexicana.

Fue en 1909 cuando se “embovedó” el Río San Juan de Dios, pues significaba un problema de salud pública, ya que los habitantes arrojaban sus aguas residuales a ese afluente, que, originalmente, traía agua limpia desde los manantiales de la zona del Agua Azul.

Aún hoy, esa decisión genera polémica. El cronista del Arzobispado de Guadalajara, Tomás de Híjar Ornelas, se pregunta qué hubiera sido hoy de la ciudad si ese río no se hubiera entubado y hoy el afluente del San Juan de Dios sería un paseo turístico, como ocurre en ciudades como París o Londres.

Lo cierto es que ese colector tiene una vida de 114 años, explicó el investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Isidro Rubio Lozano:

“A principios del siglo pasado inició el crecimiento, la construcción de los grandes colectores, principalmente el San Juan de Dios, que fue uno de los drenajes propiamente de la ciudad y que en su tiempo estaba a cielo abierto, creando un gran problema de contaminación y de salud pública. Conforme avanzaron los tiempos, se fue embovedando -como así se le llamó- a lo que es el colector San Juan de Dios, que es el colector más importante que tenemos en nuestra ciudad”, resaltó.

El colector San Juan de Dios alcanza una sección en su descarga de cinco metros de altura, por lo que puede transitar un vehículo por su interior sin problema alguno.

Isidro Rubio aclaró que, pese a su antigüedad, el colector San Juan de Dios aún opera sin graves problemas y se le monitorea con cierta frecuencia.

“Prácticamente tiene más de 100 años en los tramos que originalmente se construyeron. Sabemos que, de acuerdo con diagnósticos que tanto el organismo operador ha realizado y algunas dependencias de gobierno estatal, para diagnosticar el estado y las condiciones, sobre todo hidráulicas de estos colectores, hay un gran asombro de todo lo que se ha encontrado por medio del videograbar: el hacer visitas físicas al interior de los colectores, muchos de ellos están en buenas condiciones, a pesar de la edad que tienen de servicio”, aseveró.

Otro colector principal en la ciudad es el de la Avenida López Mateos. Hoy pocos lo recuerdan, pero en 2008, este se fracturó y provocó la inundación del túnel de López Mateos, a la altura de avenida Las Rosas, en Chapalita.

Ese ducto está rebasado desde hace muchos años. La prueba de ellos son las inundaciones que se generan año con año en López Mateos, desde Plaza del Sol hasta Las Rosas, y que ninguna obra ha logrado mitigar; mucho menos erradicar. 

Gabriel Hernández Ruiz, presidente de la Sociedad de Ingeniería Ambiental del Estado de Jalisco, explicó que ese colector debe ser renovado. A lo largo de esa vía, este va en zigzag debido a las obras viales, pasos a desnivel y túneles, lo que le resta eficiencia a la hora de trasladar las aguas pluviales.

Incluso, con el respaldo de la Unión Jalisciense de Agrupaciones de Ingenieros, se presentó un proyecto al Imeplan para construir un viaducto en López Mateos, desde la Glorieta Colón hasta Santa Anita, para resolver el problema de tráfico, que incluye el cambio total del colector y la introducción de una ruta de transporte masivo.

inundaciones túnel Periférico Norte Archivo. Imagen: Gibrán Albín

“Está sobresaturado. Todos sabemos qué reventó el colector Las Rosas, porque iba sobresaturado, sí, Y cuando se hizo ese paso a desnivel no quisieron cambiarlo a un carril lateral. Por eso menciono que es de los colectores que más fraccionado está en zigzag y eso, por obviedad, hace que pierda eficiencia hidráulica; es decir, el agua tarda más en pasar por el colector. Por lo tanto, va a haber mayor acumulación de agua”, resaltó.

En cuatro entregas, este reportaje sobre la vieja Red Hidráulica de la ciudad ha mostrado que en el subsuelo hay una red de ocho mil 500 kilómetros de tuberías para dotar de agua a los tapatíos y otros 8 mil 500 para sacar las aguas residuales, y que estas requieren atención de los gobiernos.

Con la época de lluvias en curso, inician las inundaciones. Y meses después, seguirán los discursos de candidatas y candidatos que inundarán los noticieros, por lo que es necesario que preste mucha atención cuando las campañas inicien y, con ellas, las promesas de una solución real para este problema que, año con año, ahoga a Guadalajara y le llena de accidentes y tragedias.

Presiona aquí para leer el especial completo.

Ignacio Pérez Vega