FIL Literatura: rompiendo mitos sobre Centroamérica y su riqueza cultural y literaria
En la charla de #FIL37 Literatura: Nombrar a Centroamérica porque Centroamérica Cuenta, escritores centroamericanos se lanzan en contra del mito de que en Centroamérica no se escribe. Foto: Héctor Navarro




Guadalajara, Jalisco.

Existe un mito que permanentemente se replica, donde se cuenta que en Centroamérica no se escribe, que es un desierto cultural y ese mito está influenciado porque siempre se ha consumido contenido de afuera, de México, Sudamérica o España.

Sin embargo, eso no significa que no existan voces potentes que no pueden ser leídas, aseveró la periodista salvadoreña Michelle Recinos en la charla FIL Literatura: "Nombrar a Centroamérica porque Centroamérica Cuenta", en donde estuvieron presentes la escritora y diplomática guatemalteca Carol Zardetto y el nicaragüense Premio Miguel de Cervantes Sergio Ramírez.

Michelle Recinos confiesa que, hasta el día de hoy, es complicado hacer un flujo de la literatura centroamericana, la distribución de obras de casa es compleja.

Puso como ejemplo el libro «Mediodía de frontera» de su compatriota Claudia Hernández, el cual no se encuentra en El Salvador, sino que se tiene que viajar a Colombia o México para conseguirlo.

"Estamos hablando de «Mediodía de frontera», un libro que para mí es 'El libro de cuentos'. También en la actualidad tenemos a Jacinta Escudos otra escritora que destaca en el género de cuento que cuenta con una forma muy particular para narrar".

Para Sergio Ramírez, un escritor debe de recorrer la calles, palmar su entorno y así escribir sobre él o sobre todo lo contrario, pero siempre tomando de referencia su entorno y no olvidar que la lengua está permanentemente en cambio y el escritor debe de actualizarse.

  • Añadió que la Nicaragua de la que escribe es una inventada por él, no es sobre la Nicaragua real y eso es algo que lo consuela.

"Cuando a uno le toca vivir en el exilio, uno tiene que conformarse con la idea de que lo que le queda es la memoria, porque la realidad se renueva todos los días. Hay algo que se llama la vivencia y un escritor tiene que estar con los dedos puestos en lo que está ocurriendo todos los días, en esa palpitación del país".


Héctor Navarro