Guadalajara, Jalisco.
El 19 abril de este año desparecieron hombres armados, al hijo del primer hombre que se anima a platicar en la clínica Yugoslavia de la secretaría de Salud, donde se tomaron muestras de ADN a personas con algún familiar desaparecido.
Tiene 20 años, es su segundo hijo y mantiene con mucha reserva lo que ha indagado él solo sobre los hecho; la última vez que lo vieron fue en el Sector Libertad. Desconfía por completo en la Fiscalía General de Jalisco de quién no ha obtenido nada. Sin revelar su nombre, me cuenta cómo el ritmo de las cosas cambió hace cinco meses.
Su esperanza la deposita en los colectivos de familiares en busca de desaparecidos. Su desconfianza radica en hechos claros: la autoridad ha perdido expedientes.
Él sabe de un tercer tráiler cargado de cadáveres y asegura, la Fiscalía no lo va a reconocer.
En octubre de 2013 la Agencia 12 de Desaparecidos de la Fiscalía General de Jalisco expidió una orden de ADN a Yolanda. Su hijo desapareció en enero de ese mismo año en El Colli. Igual que otras familias se dice desconfiada de lo que la Fiscalía diga o haga pues, la primera muestra de ADN la extraviaron y cuando amplió declaración pidió que la pareja de su hijo fuera llamada; al día siguiente ella la llamó para reclamarle pues le habían avisado de Fiscalía que la estaba señalando. Yolanda se pregunta ¿Cómo supo? ¿Por qué el ministerio público guarda reserva sobre las investigaciones a quienes denuncian pero filtra a otras personas información?
A cinco años de haber denunciado la desaparición de su hijo, con el ADN extraviado, de nuevo fue a que le tomaran la muestra. Su esperanza no cesa, solo le indigna la actuación del gobierno del estado.