Falta de reconocimiento social, sobre carga administrativa y bajos salarios enfrentan los maestros de Jalisco




Guadalajara, Jalisco. 

En Jalisco laboran alrededor de 80 mil maestros de educación básica: desde el nivel inicial, preescolar, primaria y secundaria, según datos de la Secretaría de Educación. 67% son mujeres y 33% son hombres.

Tras la pandemia y hoy en el contexto del avance de la inteligencia artificial, está acreditado que el rol del docente “es insustituible”. Sin embargo, ser maestra y maestro es un trabajo que les exige cada día más, porque la tarea de educar es cada día más compleja.

Itzia Gollás Núñez, directora de Mexicanos Primero Jalisco, explicó que los maestros no tienen un reconocimiento social acorde a la responsabilidad de su labor. A una profesora o profesor se les pide que hagan tareas de psicólogos, nutriólogos, que promuevan la cultura de paz, que sepan de tecnología, que atiendan casos de acoso escolar y que enseñen valores y las materias básicas.

“Se han incrementando (las tareas que se les piden) en la medida en que se ha vuelto más complejo el acto de educar y me refiero a los contextos. Ahorita, el tema de tecnología, sobre todo el tema de violencia, colocan a los maestros en posiciones donde pareciera que cae sobre ellos todo, y aparte, a veces desde una soledad muy profunda ¿no?”, precisó.

Las condiciones laborales, profesionales y emocionales afectan la actividad docente. En el discurso, los gobiernos hablan del importante trabajo que desempeñan los maestros, pero eso no se traduce en buenos salarios, en capacitación pertinente, ni en acompañamiento psicológico.

Fotografía: EFE/Joédson Alves.

Itziá Gollás explicó que cinco de cada diez docentes se quejan de la carga administrativa que les impone la Secretaría de Educación. Eso les resta tiempo para prepararse o para dar un mejor acompañamiento a sus alumnos.

“Cinco de diez maestros identifica que la carga administrativa obstaculiza su función. ¿Qué quiere decir eso?, ellos lo traducen en que de pronto ven duplicadas y hasta triplicadas algunas actividades, como excesos en reportes”, dijo.

Un dato importante que resalta Mexicanos Primero Jalisco es que quien se dedica a dar clases, a enseñar, tiene un gran compromiso con su trabajo: nueve de cada diez sostienen que esa es su vocación.

Azucena Mojarro Delgadillo, es maestra de sexto de primaria en el Centro Educativo para Altas Capacidades (Cepac), donde estudian niños “genio”. Además de cursar la carrera de docente, concluyó una maestría en psicología educativa. La profesora dijo que ella detecta el talento de cada uno de sus alumnos y los encauza.

“Es un poco retador para nosotros. Yo soy maestra de educación básica e imparto todas las materias, pero sí es estar viendo que competencias encuentran o viendo en qué puedo ayudar a este niño, porque, por ejemplo, en este ciclo escolar, tengo una niña que desde que yo llegué, yo dije ‘esta niña es buena para la escritura’, porque tiene una redacción increíble, porque redacción, uso de puntos y comas, en todo de verdad es muy buena, entonces se abrió la convocatoria de participar en cuento científico y yo dije ‘escríbeme un cuento’ y vas viendo las habilidades que tú vas detectando que el niño tiene”, relató.

Una condición adversa para muchos maestros en escuelas públicas es que tienen grupos con 45 o hasta 50 alumnos, explicó Itzia Gollas, directora de Mexicanos Primeros Jalisco:

 “Otro tema sería la cantidad de alumnos por docente, también esto forma parte de las condiciones que están ahí en el aula y que de pronto, un número muy grande de niñas y niños, no les permite dar el acompañamiento que ellas y ellos quisieran y por supuesto, tener plantillas completas, porque muchas veces hay maestros que además de estar frente a aula, tienen que cumplir con el rol de director, están como encargados de la dirección y a veces en esos procesos están meses, sino es que hasta años”, expuso.

Fotografía: Iván de León/Ilustrativa.

El tema emocional es también algo que debe mejorarse. Los docentes se enfrentan a problemas todos los días y no tienen un acompañamiento profesional que les otorgue la Secretaría de Educación.

“Las y los maestros todos los días se enfrentan a montón de cosas que a veces ni nos imaginamos. Estén en contextos muy hostiles y no tienen en quién apoyarse, les falta ese acompañamiento y a veces no cuentan ni con el recurso, ni con el tiempo para tener acceso a este acompañamiento psicológico que me parece que tendría que ser de la ‘canasta básica’, especialmente de la de los maestros”, subrayó.

Un profesor de primaria en plaza inicial tiene un sueldo mensual de 9 mil 800 pesos en el Área Metropolitana de Guadalajara y en una zona turística, como Puerto Vallarta, reciben un salario de 12 mil 700 pesos.

Se calcula que además del tiempo que dedican a estar frente a los alumnos, destinan 30% más de su tiempo para diseñar y planear clases y para evaluar a sus estudiantes.

Ignacio Pérez Vega