Este jueves arranca la temporada 17-18 de la NFL en casa del campeón




Estados Unidos.

Este jueves, los Patriotas de Nueva Inglaterra estarán comenzando la defensa del título conseguido el pasado mes de febrero, y arrancarán esta temporada 2017-2018 de la NFL buscando convertirse en una dinastía del emparrillado, aspirando a lograr su séptimo título “Vince Lombardi” en los últimos 14 años.

Los fanáticos de los Patriots todavía tienen en mente la última remontada histórica de todos los tiempos en un juego de Super Bowl, cuando perdían por una diferencia de 25 puntos ante los Falcons de Atlanta, para adueñarse de su séptimo trofeo Lombardi.

Esta noche comenzará la defensa de los Patriots de Tom Brady y Bill Belichick, ante los Jefes de Kansas City, uno de los equipos que en los últimos años se convirtió en protagonista de la división oeste de la conferencia americana, con Alex Smith en los controles, quien fue líder global el año pasado en yardas por pase y segundo en recepciones completadas.

Pese a que los Pats lucen como firmes candidatos a pelear por el título, otros equipo dentro de la conferencia americana también levantan la mano para hacerles frente, entre ellos los Raiders de Oakland, quienes se reforzaron en su ofensiva, sacando del retiro al corredor Marshawn Lynch, y renovándole el contrato al QB Derrek Carr, convirtiéndolo en uno de los mejores pagados de la liga, sin olvidar su potencial en defensa.

Los Vaqueros de Dallas en la conferencia nacional también aspiran al título, pese a que no podrán contar con su arma al ataque por tierra, el corredor Ezekiel Elliott, quien deberá pagar una sanción de seis juegos a partir de la segunda semana, por violencia doméstica, en una sanción establecida por la Liga.

Junto con estos, los Empacadores de Green Bay, con Aaron rodgers al mando, siguen siendo un equipo a seguir durante el transcurso de la temporada y también aspiran a quedarse primero con el título de la conferencia nacional, y luego por el Super Bowl número 52, que este año se jugará el próximo 4 de febrero en el nuevo estadio de los Vikingos de Minnesota.