Guadalajara, Jalisco.
El Día Mundial del Agua, que se conmemora este martes 22 de marzo, está dedicado a reivindicar la importancia de las aguas subterráneas.
En ese contexto, el Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario (Imdec) hizo un llamado al Gobierno de Jalisco para que se haga una reflexión del derroche de agua que se da en el Área Metropolitana de Guadalajara.
Un ejemplo muy concreto del desperdicio de agua, afirmó, está en las tres líneas del Tren Ligero, donde se desperdician 500 millones de metros cúbicos al año, informó María González Valencia, directora del Imdec, quien precisó que realizaron el estudio “Desigualdad, derroche y acaparamiento del agua en el Área Metropolitana de Guadalajara”, donde acreditaron ese desperdicio en el sistema de transporte.
“El primero es el gran desperdicio de agua que está sucediendo en las tres líneas del tren ligero. En nuestra investigación pudimos documentar que, anualmente, en las tres líneas se están desperdiciando 500 millones de litros de agua al año. Esto, evidentemente, tiene que ver con costos, porque es agua subterránea la que está en las líneas del Tren Ligero y el Gobierno de Jalisco tiene que estar bombeándola todos los días permanentemente”, explicó.
Basado en una solicitud de información al Ejecutivo estatal, el Imdec informó que, para bombear esa agua de las tres líneas, la administración estatal gasta 10 millones de pesos. Sin embargo, esa agua que se bombea va a dar a la red de drenaje, en lugar de que se reutilice.
María González señaló que otro gran pendiente por atender es precisamente que, del agua que se trata en la ciudad, ya sea por las industrias o por el propio Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), apenas 3% se reutiliza. Esa es otra fuente de derroche del agua.
“Lo que está pasando en la ciudad es que el reuso es de alrededor de 3% del agua tratada, pero el agua que se trata vuelve a las alcantarillas; es decir, hay un gran desperdicio”.
Por ello, la reflexión para los habitantes de la capital jalisciense y para sus autoridades es tomar acciones para reusar el agua que recibe tratamiento y que se frenen los derroches, como el del agua que está en el subsuelo de las tres líneas del Tren Ligero, la cual nunca debió desperdiciarse, si cuando las construyeron hubieran hecho obras para captar ese líquido que hoy se va directo al drenaje.