Guadalajara, Jalisco.
En la primera entrega de este trabajo especial, que revela el jugoso negocio de la cantera, les revelamos las situaciones irregulares que se presentan en las categorías formativas del futbol en México. Y hoy toca el turno de conocer las ganancias que este deporte representan para la Federación Mexicana (Femexfut) las dos divisiones que están más abajo en el organigrama profesional: la Liga TDP y la Liga Premier.
Ambas representan un gran valor para la Federación. El máximo órgano rector del balompié en el país se lleva 55 millones de pesos, sólo en los pagos que hacen todos los equipos de ambas categorías para participar en cada certamen.
Para competir en la división donde inicia el camino profesional, cada conjunto debe desembolsar cerca de 200 mil pesos, y en segunda división la cifra escala a los 300 mil.
Archivo. Foto: Leones Negros
Esos costos implican un alto gasto para cualquier empresario, por lo que no todos estarían dispuestos a romper su cochinito.
Por eso, hay quienes se ven obligados a vender su franquicia o a comprometer sus finanzas por los préstamos que solicitan para seguir con el sueño de ser dueños de un equipo profesional.
Este paraíso del balompié está diseñado sólo para un grupo selecto, y ciertos equipos se aprovechan de estas reglas de operación para cobrar por los registros a los propios jugadores.
Imagínate que, para figurar en el deporte más visto en México, hay jugadores que deben pagar cuatro mil pesos al iniciar la temporada. Y los sueldos en estas categorías tampoco son tan onerosos como para prescindir de esos cuatro mil pesos, pues hay incluso quienes no cobran.
Es más, quienes se jactan de tener un buen ingreso en este nivel se llevan entre 10 mil y 25 pesos.
Esta situación, por supuesto que es de todos conocida. En 2021, el presidente de la Tercera División, José Escobedo, fue cuestionado al respecto. Su respuesta: todos los elementos firman contratos laborales y los dueños están obligados a pagar a sus jugadores.
“Este es futbol profesional, no es futbol amateur, aquí para poder participar en cualquier equipo de la Liga TDP tiene que haber de por medio un contrato de trabajo, y en ese contrato de trabajo se registra ante la Federación Mexicana de Futbol que tiene que haber un sueldo. Entonces, quiere decir que los equipos o los presidentes de los clubes o apoderados legales tienen la obligación de cubrir el monto que se fijó en el contrato de trabajo”.
Pero esto, como te dije antes, no ocurre.
Lo peor es que para llegar a ganar esos 25 mil pesos, los aspirantes deben escalar desde las categorías inferiores o formativas, divisiones a las que miles de niños y jóvenes quieren formar parte porque les representa cumplir su sueño, llegar al máximo circuito: la Liga MX.
Y ese camino es bastante complicado. Incluso para los jugadores con talento.
José Luis “El güero” Real, exdirector de fuerzas básicas de Chivas entre 1997 y 2016, nos explica cómo se elegía a los jugadores:
“Las zonas de visorias era Guadalajara, Jalisco y la República Mexicana, y se elegían contactos en cada una de las zonas. Cuando se marcaba el mapa geográfico, cuando se ponía entre los lugares más importantes se buscaba alguien cercano a nosotros y que hubiera jugado.
De principio, para el visor era solamente el orgullo de poder llevar un jugador a Guadalajara y con eso se sentía satisfecho y contento, y pasando el tiempo era una mayor exigencia y que cada jugador que se quedara se daba una compensación a los visores, y nunca dejamos de tener las visorias abiertas con inscripciones.
El éxito en el proyecto, creo que es en la red de contactos, tener gente capaz de detectar el talento en el lugar y la zona donde tiene influencia para poder ver a todos los jugadores, y el plan con el club para ver la compensación para los que captaban el talento”.
Archivo. Foto: Mexsport
En la mayoría de los casos, los aspirantes pasan por tercera o segunda para ser observados por equipos de primera división, aunque hay sus excepciones.
Hay quienes sólo pensaban en practicar el balompié como una distracción o sólo para divertirse. Un ejemplo es el ex elemento de los rojinegros del Atlas, Tigres y Chivas USA, Juan Pablo “El Lokito” García, nos explica su camino hasta llegar al máximo circuito.
“Yo tuve bastante suerte porque yo jugaba en el barrio, jugaba en una liga interna del club Jalisco y ahí me jala un chico de apodo, le dicen “El Chino” y él me dice: ‘oye, eres un buen jugador, ¿qué haces aquí? ¿Por qué no estás en fuerzas básicas?’ Y le dije: yo no sabía que existían unas fuerzas básicas.
Entonces, él me invita a un torneo nacional que se estaba programando en una selección Jalisco, con jugadores de Fuerzas Básicas y que yo voy a prueba ahí y me quedo. Salimos campeones nacionales”.
Archivo. Fotografía: Mexsport.
Para detectar talento en el fútbol, los entrenadores, visores y coordinadores de fuerzas básicas no sólo toman en cuenta la destreza de los jóvenes en los entrenamientos o partidos.
También el aspecto mental es fundamental para cualquier atleta de alto rendimiento, y el psicólogo del deporte, con más de 30 años de experiencia, Gustavo Zepeda Gómez, habló de la mentalidad que debe de tener un futbolista para debutar en México.
“Mentalmente, se requiere una personalidad competitiva y eso no lo da el club, eso ya viene de la adquisición del estilo de vida de las personas que quieren incursionar en el ámbito deportivo. El entrenador o el club lo pulen, pero por más que quiera manejarse un tipo de personalidad especializada, no se puede modificar mucho porque ya viene del estado de vida de estos jugadores”.
La realidad en México es que invertir en el deporte es un juego de azar, pues invertir en un equipo profesional implica gastar cientos de miles de pesos para solventar los gastos.
Y para el otro lado de la moneda: los jugadores, es aún peor, pues deben tener mucha paciencia porque el dinero en categorías formativas no llegará pronto. Al contrario, algunos de éstos deberán invertir en el registro para integrarse a la estructura profesional.
En la tercera y última entrega de este trabajo especial “El negocio en la cantera”, relataremos qué pasa con esos niños que soñaron en convertirse en los próximos rostros del balompié nacional, pero se quedaron en el camino.