Ocotlán, Jalisco

En una emotiva ceremonia llevada a cabo en la sala Bicentenario de la Casa de la Cultura, se reconoció a dos destacados adultos mayores por su invaluable contribución a la sociedad ocotlense.

Este año, la Sra. María Esther Alfaro Rodríguez, cariñosamente conocida como "La Güera Alfaro", y el Sr. Leopoldo Carrillo Flores, residente de la delegación Zula, fueron los galardonados por su trayectoria y dedicación.

El evento, que se celebra anualmente para honrar la vida y el trabajo de adultos mayores que han dejado una huella significativa en la comunidad, contó con la presencia del Dr. Josué Ávila, presidente municipal de Ocotlán, y su esposa Consuelo Martínez.

• También asistieron varias regidoras del gabinete municipal, quienes se unieron a los festejos y reconocimientos.

María Esther Alfaro Rodríguez, "La Güera Alfaro", es una figura muy querida en Ocotlán. Su labor en pro de la comunidad abarca décadas, durante las cuales ha participado activamente en diversos programas sociales y culturales que han beneficiado a los ocotlenses. Su carisma y entrega le han ganado el aprecio y respeto de todos los que la conocen.

Por primera vez en la historia de este reconocimiento, se eligió a un ciudadano de una de las delegaciones del municipio, el Sr. Leopoldo Carrillo Flores, originario de Zula, quien ha sido un pilar en su comunidad. Su compromiso con el bienestar de sus vecinos y su trabajo incansable en favor del desarrollo social y comunitario lo han convertido en un ejemplo a seguir.

Durante la ceremonia, el Dr. Ávila destacó la importancia de reconocer y valorar las aportaciones de los adultos mayores. 

Los galardonados recibieron una placa conmemorativa y un emotivo homenaje por parte de las autoridades y asistentes. La ceremonia estuvo llena de momentos emotivos y aplausos, reflejando el profundo agradecimiento de la comunidad hacia estos dos ejemplares ciudadanos.

El reconocimiento a María Esther Alfaro Rodríguez y Leopoldo Carrillo Flores no solo celebra sus logros, sino que también sirve como inspiración para las futuras generaciones de ocotlenses. Su legado perdurará en el tiempo, recordándonos la importancia de la dedicación y el servicio comunitario.