Día a día, y pese a que autoridades las retiran, Luz de Esperanza pega hasta 700 fichas de búsqueda
Fotografía: Pablo Toledo




Guadalajara, Jalisco. 

Represalias, violaciones a los Derechos Humanos, y falta de transparencia por saber el número de personas desaparecidas en Jalisco, es el calvario al que continuamente se enfrentan las familias, quienes no cesan en la búsqueda en vida de sus hijas e hijos y en difundir las cédulas de búsqueda con recursos propios.

Al Colectivo Luz de Esperanza día a día se unen más mamás y papás, a la fecha buscan a 300 personas desaparecidas.

El secretario de la agrupación, Héctor Flores, indicó que cada fin de semana imprimen entre 500 y 700 cédulas de búsqueda a color con recursos económicos propios ante la falta de difusión del Estado.

“Las copias a color, ya todos sabemos, el precio va de dos a tres pesos hasta seis u ocho pesos, no siempre tenemos la suerte de que nos la saquen a precio económico. Es un gasto fuerte para la familia y es un gasto fuerte para todos, porque el hecho de estar buscando vas perdiendo el trabajo, vas perdiendo el apoyo de la familia, el sustento económico se va deteriorando cada vez más y todavía hacer estos esfuerzos para que la autoridad que no da apoyo asistencial a las víctimas quite estos espacios”, señala.

Lamenta que las autoridades retiren las fichas de búsqueda que las y los 30 integrantes del Colectivo Luz de Esperanza pegan cada fin de semana. 

Aunado a la nula difusión institucional, Héctor Flores señala la difícil situación que se vive en los municipios de Tlaquepaque, Tonalá, El Salto y Tlajomulco de Zúñiga, en donde hay mayores represalias para quienes buscan a sus hijas e hijos desaparecidos. 

“Los policías de Tlaquepaque nos han tratado de someter en búsquedas, está grave el tema, Tonalá también, en Tlajomulco no se diga con las desapariciones, pero en materia de difusión, de seguridad y medidas cautelares no existe nada, solo en Guadalajara y en Zapopan, y en El Salto, tampoco, incluso para hacer actividades en El Salto tenemos que solicitar protección de la Guardia Nacional y en Tlajomulco, porque es muy peligroso para las víctimas”, explica.


Isaura López Villalobos