La Corte Constitucional georgiana autoriza abrir un procedimiento de destitución contra la presidenta
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Tiflis, Georgia.

La Corte Constitucional de Georgia, una exrepública soviética, autorizó este lunes la apertura de un procedimiento de destitución contra la presidenta pro-occidental Salomé Zurabishvili, tras reconocerla culpable de violar la Constitución.

"El 31 de agosto, los 1 y 6 de septiembre de 2023, la presidente de Georgia Salomé Zurabishvili ejerció un poder de representación en política extranjera sin el acuerdo del gobierno durante visitas de trabajo en el extranjero, lo que viola la Constitución", declaró el presidente del tribunal, Merab Turava.

Para que la dirigente sea destituida, es necesario que el Parlamento de este pequeño país de casi 4 millones de habitantes lo vote por mayoría de dos tercios, es decir 100 diputados de los 150 que tiene el hemiciclo.

Los diputados se reunirán y votarán "a lo largo de la semana", precisó el lunes el presidente del Parlamento, Chalva Papouachvili.

El partido Sueño Georgiano, actualmente en el poder, dispone de 90 escaños y deberá convencer a diputados de la oposición, lo que tiene pocas probabilidades de ocurrir, según los observadores.

Zurabishvili denunció una decisión "vergonzosa" que "perjudica al país".

  • La presidenta consideró que el procedimiento de destitución busca "matar el futuro europeo de Georgia y la democracia".

"Un país en el que no ya no hay ningún equilibrio entre las diferentes ramas del poder no puede llamarse democracia", dijo por televisión.

El partido en el poder había iniciado un procedimiento de destitución de Zurabishvili, muy crítica hacia el ejecutivo y proeuropea, a inicios de septiembre. 

Es la primera vez que un partido en el poder lanza un procedimiento de este tipo en el país, que entretiene complejas relaciones con Rusia.

Georgia orientó su política hacia la Unión Europa y la OTAN en 2004, lo que enfrió las relaciones con Moscú.

Los vínculos con Moscú sufrieron otro golpe en 2008 durante la intervención militar rusa en el país y el reconocimiento ruso de dos regiones separatistas georgianas.

El año pasado, el gobierno del primer ministro Irakli Garibachvili inició un nuevo acercamiento con Rusia, lo que suscitó una oleada de preocupación de una parte de la sociedad.