Consultorios placebo: Negocio inseguro y multimillonario



Guadalajara, Jalisco.

Para sanar enfermedades que causan una incomodidad aguda, las recetas médicas regularmente tienen muchos fármacos, cada uno con un precio alto y sin la garantía de que este mejore su salud.

Lo peor es que, si esos medicamentos no funcionan, habrá otro médico que recete alguno más.

 Y al cambiar las sustancias, el organismo comienza a debilitarse.

Las consultas más demandadas en el país son por infecciones respiratorias, de tipo intestinal y en las vías urinarias, así como alergias, infecciones en los oídos, gastritis y colitis. Luego están las enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión, que de no tratarse a tiempo pueden ser fatales.

Para atender estos padecimientos, siete de cada 10 personas sin Seguridad Social y derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) acuden a los Consultorios Adyacentes a Farmacias (CAF). En 2021, de todas las consultas otorgadas a nivel nacional, 20 por ciento fueron en estos espacios.

La cifra no es menor.

Imagina que el sistema de salud en México delegó una de cada cinco consultas que está obligado a dar a las farmacias particulares.

Para Violeta, quien prefirió guardar anonimato, mejorar su salud en poco tiempo era su prioridad. Esto, para no faltar a su trabajo. Ella tenía un dolor abdominal insoportable, y como no tiene seguridad social, acudió a un par de consultorios de farmacias en donde le recetaron una gama de fármacos que nada hicieron por mejorar su salud.

uso responsable medicamentos Fotografía: UdeG

Tenía una enfermedad gastrointestinal. Fui en una ocasión a un consultorio de estos, me dieron varias medicinas, paso una semana, no tenía mejoría, fui a otro consultorio, pero también anexo a estos similares. También, (fue) una semana con bastantes medicamentos y tampoco surtieron efecto. Terminé yendo a un consultorio particular con un especialista, me dio poca medicina y a los dos días ya estaba más o menos recuperada”, narró violeta.

El ir y venir a estas farmacias mina el bolsillo familiar.

Una persona con un salario mínimo de cinco mil 500 pesos al mes gasta entre 500 y mil pesos por una consulta y la compra de medicamentos, una cifra que podría duplicarse en caso de que sean dos o tres los miembros de la familia que enfermen.

Los consultorios de farmacias responden a una necesidad que al final termina siendo “muy cara”. Y lo peor es que el Estado carece de la infraestructura necesaria para garantizar una atención primaria de calidad y gratuita, lamenta Martín Romero Moret, jefe del Departamento de Economía del CUCEA:

 “La población acude a ellos por necesidad. Es una forma de satisfacer esa necesidad de manera muy cara. Podemos asegurar que el costo para una familia de atenderse en ese tipo de consultorio, por un resfriado, una gripe, una bronquitis, puede rondar de los 500 a los mil pesos. Esos son costos muy altos para lo que gana una familia. Tenemos que, en los barrios, las familias tienen ingresos muy bajos, salarios muy bajos. Entonces, pagar mil pesos por una consulta y luego un hijo contagia al otro, y luego al padre y le sumamos la cuenta, se multiplica ¿cuánto está gastando una familia por atenderse en estos lugares?, cuando debería tener acceso a la salud pública, que debería ser gratuita”.

Solo por un paciente, las familias que ganan el salario mínimo gastan 20 por ciento de sus ingresos. Un empleado de una tienda de autoservicio, con 175 pesos diarios, tendría que pagar tres veces más la consulta y la compra de fármacos prescritos en las farmacias adyacentes.

Foto: Ximena OA en Flickr

El epidemiólogo del Hospital Civil de Guadalajara, Mario Márquez Amezcua, advierte de una posible sobre prescripción al no seguir la guía de prácticas clínicas, con el riesgo de sobrecargar al paciente de antibióticos.

Y fue precisamente la regulación de venta de antibióticos la que provocó el “boom” de estos negocios particulares.

“Hay una prescripción y sobre demanda de antibióticos, una sobre prescripción en donde hay enfermedades virales, pero la inexperiencia del médico, sobre todo porque en las instituciones públicas todos los protocolos que se manejan nos llevan a no medicar algo que no se necesita, y esto ya es un riesgo inminente para la salud pública”, explica Mario Márquez, epidemiólogo.

En México, las instituciones públicas de salud cuentan con 77 mil 500 consultorios, según las cifras de la propia Secretaría Federal en la materia.

Estos coexisten con 40 mil consultorios adyacentes de farmacias.

Ahí, en esas dos cifras, se revela por qué hay cada vez menos pacientes en las clínicas gratuitas del Estado y por qué sí es un negocio fructífero, habilitar un consultorio al lado de una farmacia que te venderá el medicamento que se te prescriba.

¿Le comparto otro dato de escándalo? Los consultorios adyacentes, que cobran entre 30 y 50 pesos su consulta, dan 10 millones de atenciones al año. Eso equivale a ingresos de entre 300 y 500 millones de pesos, sin contar los medicamentos vendidos.

Fotografías: Medios

La cereza del pastel es que, desde que el Seguro Popular se acabó, las instituciones públicas pasaron de 127 millones de consultas a solo 40 millones. Ese desplome ocurrió en apenas seis años: de 2014 a 2020.

Esta situación ha sido reconocida por las autoridades del sistema nacional de salud, que en la segunda década del milenio siguen sin resolverlo, reconoce el director de la división de Disciplinas Clínicas del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), Eduardo Gómez Sánchez:

“Sí, se identifica, ya que tiene un impacto en la cobertura de atención médica a la población y, bueno, ya le llaman hasta ‘mal necesario’. Por otro lado, el que reconozcan que es insuficiente la atención genera controversia. Yo, como propio Gobierno, reconozco que no tengo la capacidad: sí, brinca mucho”.

¿Te das cuenta del tamaño del negocio que hay en estos establecimientos? ¿Qué tan grave es la omisión del Estado, que ha decidido dejar en manos de estos consultorios la salud de sus habitantes? Y lo peor: ¿Cuál es la experiencia que se pide a quienes te atienden por 30 y 50 pesos?

Quédate para la tercera y última entrega de este trabajo especial: Consultorios Placebo.


Isaura López Villalobos