Guadalajara, Jalisco.
Entre junio y agosto, más de 2 mil 600 personas visitaron el MUSA de la Universidad de Guadalajara, para conocer de cerca el trabajo que realiza Paola Ávalos, artista en residencia, que trasladó su taller al museo con el apoyo del Legado Grodman.
“Me gusto mucho ver el interés de las personas, los perfiles, como todo tipo de perfiles: desde estudiantes, colegas que ya habían trabajado con la encáustica, personas que solamente venían al museo y se interesaban mucho por el proceso. Entonces, en términos de la residencia creo que se logró bastante bien el cometido que era compartir un poquito de mi proceso y compartir un poco de la encáustica que es la técnica con la que trabajo”.
Fotografía: Isabel Reyes
La palabra “encáustica” es de origen griego y significa “grabar en fuego”. Es una técnica que utiliza la cera de abeja y la mezcla con pigmentos o tintas; después este preparado se combina con aceites y resinas para modificar su consistencia.
Posteriormente, se aplica sobre paneles o lienzos por medio de capas que pueden trabajarse calientes o frías por brochas, espátulas, cuchillos, raspadores, sopletes, pistolas de calor y planchas.
La residencia culminó con la presentación de la exposición “Silencios sonoros”, donde Paola hace una reflexión sobre el silencio:
“En esta ocasión, justo el silencio era lo que menos existía y no de una mala forma, no de una mala experiencia sino en términos del proceso era algo que empecé a necesitar y que empecé a buscar muy dentro de mí, porque necesitaba avanzar en la obra, toda la obra que está expuesta está hecha dentro de la residencia y al final, el tiempo es muy corto, justo decido por esa razón reexplorar esta idea del silencio y hacerme más preguntas acerca de él: ¿si realmente existe? ¿si el silencio es a partir de la ausencia? ¿de la quietud o del movimiento? ¿si el silencio está en la luz o en la oscuridad?".
Como parte del proceso creativo, la artista tapatía experimentó con el barro, un material que no había utilizado hasta el momento. A la par, una de sus propuestas es tridimensional.
Las tonalidades de los pigmentos que Ávalos eligió para cada lienzo oscilan entre el blanco y negro. A su vez, las piezas se caracterizan por sus texturas y formas distintas.
Fotografía: Isabel Reyes
La curaduría de la colección estuvo a cargo de Adrián Guerrero. Además, al ingresar a una de las salas, los visitantes podrán escuchar una instalación sonora con una composición de Abigail Vásquez:
“Lo interesante es que hablando del silencio, ella aborda el silencio desde su perspectiva sonora, ella es música, es violinista y entonces, fue muy interesante que ella estuvo visitando la residencia, estuvo viendo el proceso y a partir de eso, pues su reflexión acerca del silencio de una manera sonora está en la Sala 6 y la van a poder escuchar junto con toda la obra”.
Fotografía: Isabel Reyes
La muestra “Silencios sonoros” estará abierta al público hasta el 16 de octubre. Los horarios son de martes a sábado de 10:00 a 18:00 horas, y el domingo de 10:00 a 15:00 horas.