Guadalajara, Jalisco.
Al igual que el Instituto Jalisciense de las Mujeres, desde el pasado primero de febrero entró en vigor el dictamen que desapareció al Instituto Jalisciense de Asistencia Social (IJAS).
Esta mañana, la junta de gobierno ha publicado un desplegado donde afirma que existen riesgos como la pérdida de autonomía y el nulo proceso de socialización sobre esta propuesta que fue avalada por el Congreso local, de manera exprés. Además, no se sabe a ciencia cierta qué pasará con los servicios que tenía a su cargo, como la operación de un asilo o capillas de velación para personas de bajos recursos.
En el desplegado, que se publica en el periódico Mural, se afirma que más de mil organizaciones de asistencia social se encuentran en desamparo legal, tampoco hay se sabe qué pasará con las 350 personas que tenía la dependencia en nómina y mucho menos existe un plan de cobertura para los servicios que prestaba el IJAS.
El IJAS no sólo eran corralones y depósitos de automóviles donde se perdían o desvalijaban los autos. Era mucho más que eso, dice el desplegado. “Se impulsó la cultura de la asistencia social en niños y jóvenes a traces de iniciativas como el premio Juan I Menchaca”.
A su cargo, y además de los “corralones”, el IJAS tenía dos ">asilos
En el desplegado, los miembros de la junta de gobierno encabezados por Mario Ríos Peñaranda y Ángela Orozco, además de la ex regidora de Movimiento Ciudadano, Margarita Aranguren de Alfaro, señalan que el IJAS estuvo bajo proceso de auditorías por órganos fiscalizadores supervisados por la propia Contraloría del Estado.
Al final, los miembros de la junta de gobierno manifiestan su “total inconformidad y rechazo en contra de todo el proceso que se implementó para efectos de extinguir una de las instituciones más representativas en el ámbito asistencial tanto en Jalisco como en el país”.