Guadalajara, Jalisco.
Los comerciantes de pequeños y medianos negocios ubicados en el Centro Histórico de Guadalajara están casi listos para recibir el distintivo que los avale como centros aptos para la reactivación económica, algunos ya esperan que los visten los inspectores y colocarles el distintivo, otros más no han tenido respuesta pero presumen ya estar preparados.
El gasto por las adecuaciones varía según el establecimiento, unos invirtieron cerca de cuatro mil pesos en la compra de termómetros, tapetes y barreras de acrílico entre el mostrador y los clientes. Otros reportan menos gastos, y todos, ventas lentas que de a poco van regresando a la normalidad económica en el primer cuadro de la capital jalisciense.
El proceso de inscribirse en la plataforma estatal para que puedan ser comercios autorizados para el regreso de la actividad económica no ha sido sencillo, el primer problema comenzó con el inicio del registro, la página estaba saturada; después los tiempos largos de respuesta y finalmente conseguir todos los insumos para garantizar la seguridad sanitaria de los entornos.
Entre clientes que no quieren cumplir las medidas de sanidad y el proceso lento de respuesta para avalar su reapertura, los comerciantes del Centro Histórico comienzan a normalizar su actividad. Los inspectores pasan muy a menudo por las cuadras de mayor concentración de comercios pero no hay autoridad que haga valer la sana distancia que parece haber quedado atrás, o el uso correcto y obligatorio del cubrebocas que por las calles del centro, las más vigiladas de la ciudad, es un tema ya relajado.