Guadalajara, Jalisco.
Tres féretros con una botella de agua pestilente extraída del Río Santiago reposaban afuera de Palacio de Gobierno.
Se trataba de otra manifestación de los activistas y defensores que por años, han dedicado su compromiso a exhibir la crisis de salud en los municipios de El Salto, Juanacatlán y ahora la ribera de Cajititlán y Chapala, a causa de la contaminación del agua en la zona industrial que inicia en Tlajomulco.
A 9 años de la macrorrecomendación y 10 de la muerte del niño Miguel Ángel a causa de arsénico después de caer en las aguas del río, Raúl Muñoz del Comité de Defensa del Río Santiago, dio a conocer los números que siguen enlutando a los pueblos.
Raúl Muñoz junto a Enrique Lira y Elías Cárdenas de Cajititlán han documentado estudios técnicos, respuestas oficiales y haciendo un escrutinio de la responsabilidad de la crisis tienen claro lo que de inmediato el próximo gobernador de Jalisco debe atender y que este, Sandoval Díaz no hizo.
En los recientes 10 años sus cuentas reconocen a 863 personas que han muerto por daño renal y cáncer a causa del agua contaminada y en general el ambiente dañado.
La protesta esperó el arribo del magisterio en marcha por el 15 de mayo.