Tonalá, Jalisco.
Hay tacos y carcajadas, un ambiente festivo que se interrumpe por el sonido de una sirena. Es el llamado que naturalmente indica: emergencia.
No se trata de un simulacro, una unidad es revisada en su equipamiento y se suben a paso veloz mujeres y hombres uniformados de café. Son integrantes de Protección Civil y Bomberos de Tonalá que suspenden la convivencia por el Día Internacional de los Bomberos para atender el llamado de auxilio.
Hace tres años la estación Tonalá estaba en huelga. Exigían mejores condiciones salariales y de trabajo. A 2018 ya ganan alrededor 14 mil pesos al mes, trabajan 24x48 horas, y los 76 miembros de la estación están basificados, aunque 26 son administrativos. Saben que es insuficiente el personal para la cantidad de emergencias que les llegan.
El protocolo con el enviado del presidente municipal termina, es el secretario del ayuntamiento tonalteca, Ángel Enrique Guzmán, quien asegura ya se atendió el rezago de dos décadas.
En la estación Tonalá se atienden ahogados, choques, volcaduras, electrificados, perros rabiosos, abejas, e incluso cuenta con una célula de búsqueda de rescate de estructuras colapsadas y 7 son oficiales certificados.
El oficial Hector López recuerda cómo ya tienen un héroe sin capa al cual rendirle memoria, pues murió hace dos años mientras atendía una contingencia, es el busto de Martín Rivas Merlo.
La estación de bomberos de Tonalá atiende Loma Dorada, Santa Paula y la colonia Jalisco. En Santa Paula ha coadyuvado en el rescate de cuerpos que se han encontrado en fosas clandestinas.