Guadalajara, Jalisco.

Durante toda la tarde y la noche del viernes 21 de octubre 2022, las redes sociales estaban incendiadas: usuarios avisaban y compartían videos, datos e imágenes en primer plano, de cómo sucedía una balacera en la avenida más transitada de la colonia Providencia: la Terranova.

Al poco tiempo, la versión oficial que emitió el gobernador Enrique Alfaro y replicó la Fiscalía del Estado de Jalisco, es que se trató de un ataque directo.

Foto: Jade R.

Reportes de medios como Canal 44, adelantaron que entre heridos y muertos estaba Salvador Llamas, funcionario del gobierno municipal de Puerto Vallarta que comía en un restorán especializado en cortes de carne, cuya reputación rebota constantemente, por los actos de discriminación que ejerce la marca a clientes y empleados.

Ahora, una sucursal de la cadena de cortes vuelve a la vitalidad, pero por ser escenario de un crimen.

La vida social de Guadalajara y Zapopan no frenó.

Los metropolitanos aún con patrullaje de la Guardia Nacional por el operativo, acudieron al palenque, a otros bares y más fiestas.

Casquillos todavía en sábado

En el cruce de la calle Montevideo y avenida Terranova donde aún la escena del crimen estaba acordonada, la mañana siguiente parecía común: si bien los locales aledaños que salieron perjudicados porque las balas impactaron en paredes de cristal, estaban cerrados, aún había duda de si abrirían o no.

El del puesto de fruta ya traía lista la reflexión en la mañana siguiente: “que se den entre ellos, los que deben y la traen, nosotros solo trabajamos”, comentó fuera de grabación.

En contra esquina del restorán donde la tarde del viernes fueron asesinadas seis personas, un grupo de meseros que esperaban indicaciones, narraba en tono de broma y cómo aventura: “este güey y yo estábamos debajo de la mesa, queríamos correr, nomás veíamos volar balas.”

Su interlocutor lo interrumpió: “te miaste más bien”, afirmó.

De esas balas que comentaron meseros, aún había casquillos en el piso y la sangre no había sido retirada el sábado.

En imágenes de Antonio Campos quedó registrado que iba lento el trabajo pericial de Ciencia Forenses. En el estacionamiento al aire libre del restorán donde fue el arribo de grupo delincuencial, había una reunión de personas como parte de la investigación.

La cafetería de enfrente no abrió, el lugar de sushi se rumoraba, tampoco iba abrir.

La vialidad sobre el punto estaba normal y hasta caminantes con perros pasaban como si apenas hace un día allí, no hubiese habido una balacera.

Un comercio de repostería fina, estilo francés, horneaba lo del día. La vida en rosa, amenizaba la venta.

A nadie le gustan las balaceras, dijo una chica, pero tampoco frenar y más vale adaptarse.