Washington, Estados Unidos.
El gobierno del demócrata Joe Biden anunció el miércoles nuevos y estrictos estándares de calidad para el aire que, según dijo, eran muy necesarios para proteger la salud de las comunidades vulnerables, aunque los grupos industriales consideraron que la medida devastaría a la industria nacional.
Esta iniciativa llega en momentos en que el demócrata se prepara para afrontar una probable y dura revancha electoral contra el expresidente y casi seguro candidato republicano Donald Trump, quien durante su mandato (2017-2021) revocó docenas de regulaciones sobre contaminación del aire.
La nueva normativa a cargo de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, en inglés) se refiere a las partículas finas, comúnmente conocidas como hollín, un contaminante mortal y generalizado relacionado con el asma y las enfermedades cardíacas, entre otras.
Según la nueva norma, los niveles de PM2,5 (partículas de 2,5 micrómetros de diámetro o menos) no podrían exceder un nivel anual promedio de 9 microgramos por metro cúbico, por debajo de los 12 microgramos por metro cúbico actuales y más estrictos que las regulaciones actuales y propuestas en la Unión Europea (UE).
"La acción de hoy es un paso fundamental para proteger mejor a los trabajadores, las familias y las comunidades de los peligrosos y costosos impactos de la contaminación por partículas finas", expresó el jefe de la EPA, Michael Regan, en conferencia de prensa.
Los vehículos, las chimeneas de fábricas y los incendios son fuentes comunes de partículas finas. Las generan también cuando gases emitidos por los motores de los automóviles, las centrales eléctricas y los procesos industriales reaccionan en contacto con la atmósfera.
La agencia ambiental estimó que con la nueva normativa se evitarían hasta 4.500 muertes prematuras y 290.000 días laborales perdidos, además generaría hasta 46.000 millones de dólares en beneficios de salud netos en 2032, el primer año en que los estados tendrían que cumplir con el nuevo estándar.
Críticas de la industria
El anuncio del gobierno fue aclamado por grupos ambientalistas y de la salud.
"El fundamento científico en torno a este tipo de contaminación es muy sólido: sabemos que se lleva a personas antes de tiempo, que causa muertes prematuras por ataques cardíacos, sabemos que provoca asma y muchas otras enfermedades en niños y adultos", explicó Abbie Dillen, presidenta de la Earthjustice, una organización de derecho ambiental sin fines de lucro.
"No podríamos estar más agradecidos en nombre de todos los clientes que hemos representado a lo largo de los años", añadió.
Grupos industriales reclamaron que la nueva normativa amenazaría las actividades manufactureras estadounidenses. Esto podría convertirse en otro campo de batalla en estados clave para las elecciones presidenciales de 2024, en las que Biden aspira ser reelegido.
"Los estándares obstaculizarán el onshoring, lo que resultará en continuar la fabricación en el extranjero, que es menos limpia que producir en Estados Unidos", aseguró la Asociación Nacional de Fabricantes en un comunicado cuando la norma pasó a discutirse por primera vez hace un año.
La medida también generó la oposición de la Asociación Estadounidense de Bosques y Papel -gremial de fabricantes de papeles, derivados y productos de madera-, ya que las industrias del sector son grandes emisores de agentes contaminantes del aire.
Pero la EPA rebatió esas caracterizaciones industriales, calculando que 99% de los más de 3.100 condados del país cumplirán con las normas hacia 2032 debido a una tendencia general a la baja en la contaminación del aire luego de otras iniciativas.
- Agregó que los estados podrían excluir las circunstancias excepcionales que surgen de los incendios forestales de las partículas que reportan, un factor que podría ser importante a medida que el cambio climático hace que la exposición al humo de los incendios forestales sea más común.