Así se desaparece a jóvenes en Jalisco




Guadalajara, Jalisco.

Jalisco ocupa el tercer lugar en desapariciones del país, pero en los municipios de Tala, Puerto Vallarta y Tlaquepaque, fueron localizados campamentos de entrenamiento donde se han encontrado a jóvenes reportados como desaparecidos.

Alejandra Guillén, periodista independiente, comentó en entrevista con Notisistema, que dicha problemática pudo reportearla en el caso del municipio de Tala. El año pasado encontraron campamentos con jóvenes en trabajos forzados, donde estaban siendo entrenados para ser sicarios, en la Sierra de Ahuisculco.

Por medio de engaños, los cárteles operan como si fueran empresas que ofrecen empleo de seguridad privada. Algunos de los perfiles de quienes son engañados, son personas jornaleras a quienes les ofrecen salarios superiores a los cuatro mil pesos semanales.

Una vez que son cooptados, se los llevaban diciendo que iban a ser entrenados para su trabajo, y quien se negaba era asesinado.

Esto es una compleja desaparición, ya que los familiares no denuncian, ya que sus seres queridos piensan que siguen vivos. Asimismo, la mayoría de los parientes no dan un testimonio por el control que tiene el crimen organizado ante ellos.

Sin embargo, esta manera de operar ha trascendido a lo largo de todo México, puesto que en Chihuahua ya se han encontrado circunstancias similares.

¿Cómo se nombra esto? ¿Es un nuevo tipo de esclavitud?, se preguntó Alejandra ante el micrófono.

Por otro lado, se presume que las autoridades municipales podrían estar involucradas. De otra manera, no se entiende la complacencia con la que operan las empresas formales y no formales del crimen organizado.

En el recuento que hace Guillén, las víctimas no solo son de Jalisco, sino también de Tijuana y la Ciudad de México.

Por su parte, Augusto Chacón de Jalisco Cómo vamos, mencionó que producto de una encuesta realizada en 2016, mencionó que el 2% de los habitantes del área metropolitana de Guadalajara, mencionó tener o conocer a una víctima de desaparición. La encuesta tuvo una muestra de más de 20 mil personas, señaló el director.

Para finalizar, Guillén mencionó que se ha creado una narrativa de buenos y malos, donde se han creado categorías donde existen personas que sí merecen ser desaparecidas. Y eso es reprobable, pues parece una estrategia que ayuda a legitimar un discurso de exterminio.

Redacción: Jissel Jiménez