Guadalajara, Jalisco.
El nuevo presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Tequila, José Roberto Ciprés Cruces quien tomó el cargo este 28 de febrero, reconoció que en los próximos años los productores de agave en Jalisco podrían sufrir las secuelas del exceso de plantación de este cultivo.
Fenómeno que se suscitó por la demanda de tequila hacia Estados Unidos.
“El agave que ahora pudiera haber en exceso no está en estado de madurez que pudiera echarse a perder”.
Y añadió que la cámara “respeta” la transformación del campo de Jalisco, en donde el aumento de esta planta ha contribuido a la pérdida de ecosistemas y al deceso de productos básicos como el maíz.
Tan sólo en 2022, el 30 por ciento de los productores de maíz dejaron de hacerlo para sembrar agave.
“La cámara es muy respetuosa del mercado. El tema del agave responde a la oferta y la demanda pero vamos a estar atentos de cómo podemos vigilar y trabajar en la mitigación en la medida que se pueda en el problema que tenemos de sobreproducción”.
Roberto Ciprés aseguró que se trabaja para mitigar el problema del exceso de plantación del agave; sin embargo, no pudo nombrar una acción debido a que pone en riesgo el proyecto que está en construcción.
Pero la expansión por todo el territorio de Jalisco ha puesto en jaque no sólo a los productores de maíz, ganaderos, sino también a los apicultores.
Josué Godínez, apicultor en Jamay, municipio reconocido a nivel estatal por ser el mayor productor de miel, refirió que la sequía y el agave han afectado gravemente al sector pero más la plantación del agave.
“Todo esto de Jalisco yo creo que de seis años para acá nos ha dado en la torre, el agave yo creo que tiene un 80 por ciento de culpa de que a los apicultores no nos esté yendo bien como hace seis años atrás”.
Eso de “no nos está yendo bien”, no sólo es en temas monetarios, tan sólo el año pasado desaparecieron 60 apicultores de 200 que hay en Jamay, y sin abejas no hay polinización y sin polinización no hay vida.
La desaparición de las abejas pone en riesgo la alimentación de los jaliscienses y de los mexicanos.
Josué describe cómo la transformación del campo les afecta y lo voraz y rápido en que pasa ese cambio.
“De 10-20 lugares, 10 se cambiaron por agave. De los 20 lugares que teníamos pare el palo dulce o la piscua, 10 ya estaban con agave, es decir, nos quitaron el 50 por ciento de nuestro territorio donde poníamos a las abejas para sembrar agave. El agave sí nos afectó mucho con el desmonte”.
- La producción de tequila también ha generado un impacto social y económico directo en las más de 100 mil familias de Jalisco que dependen de este sector; sin embargo, para Josué el impacto que tienen los apicultores y los productores de maíz a la larga va a ser más severa para los 8 millones de personas que viven en la entidad porque se pone en riesgo el alimento.