Guadalajara, Jalisco.

Paulina Valezzi, estaba en la playa cuando se detectó una bolita en el seno al acomodarse el traje de baño.

En 2019 fue diagnosticada con cáncer de mama a los 35 años, pertenece al 10 % de la población mexicana que a corta edad recibe una noticia así. Todavía no es madre.

“Mi diagnóstico se trató de un triple negativo en fase 3, en su momento tenía metástasis en dos ganglios de 36, tuve dos cirugías: una fue una biopsia y la segunda cirugía fue para justamente retirar los 36 ganglios. Pasé por un tratamiento de quimioterapias, fueron 16 quimioterapias y radioterapias, en plena pandemia concluí esta parte de mi tratamiento”.

Gracias a la exploración rápida o “sin querer” pudo darse cuenta que había algo malo en su cuerpo.

El primer procedimiento fue un ultrasonido mamario, después una biopsia y así fue como llegó al diagnóstico.

“Yo, literalmente, estaba con mis amigas y amigos y acomodándome el traje de baño ahí estaba: del lado derecho en mi mama derecha estaba ahí la bolita, del tamaño de una uva, yo la verdad no sentía nada, no me dolía nada, no se veía nada”, recuerda.