El ataque perpetrado el viernes en Múnich que causó un total de diez muertos, entre ellos el propio autor del tiroteo, es a ojos de los investigadores un "tiroteo clásico" que no tiene ningún tipo de conexión con la organización terrorista Estado Islámico, dijo hoy el jefe de la policía de Múnich, Hubertus Andrä.

No obstante, las fuerzas de seguridad consideran que puede tener relación con el atentado que hace cinco años cometió el noruego Anders Behring Breivik en la isla de Utoya. "Esa relación está a mano", apuntó Andrä.

No en vano, el viernes se cumplía el quinto aniversario de la matanza ocurrida en Noruega, en el que fueron asesinadas 77 personas.

El autor de la masacre, un estudiante de 18 años nacido y criado en Alemania, se cobró la vida de nueve personas antes de suicidarse.

Las víctimas son en su mayoría menores de edad, según confirmó la policía de Múnich. Se registró el fallecimiento de tres adolescentes de 14 años y dos de 15 años. Además, entre los asesinados se encuentran otras cuatro personas de 17, 19, 20 y 45 años.

Entre los fallecidos no se encuentra ningún turista o ciudadano extranjero, agregó la policía.

El joven que perpetró el ataque pudo haber utilizado la red social Facebook como gancho para atraer a sus víctimas al centro comercial en el que tuvo lugar el tiroteo, dijo un portavoz de la policía.

Los investigadores están comprobando si el atacante pudo haber utilizado un perfil falso para publicar un mensaje ofreciendo comida gratis a usuarios jóvenes.

"Él iba a invitarles a algo, pero a algo que no fuese muy caro. Esa era seguramente la invitación", dijo el jefe de la Oficina Federal de Investigación Criminal de Baviera, Robert Heimberger.

"Venid a las 16 horas", rezaba el mensaje que las fuerzas de seguridad intentan determinar si efectivamente fue escrito por el autor del tiroteo.

A ojos de los investigadores, lo ocurrido ayer en Múnich responde a los cánones a un "tiroteo clásico" que no tiene ningún tipo de conexión con la organización terrorista Estado Islámico.

Las fuerzas de seguridad creen que el atacante podría sufrir problemas psiquiátricos. El fiscal Thomas Steinkraus-Koch, que también compareció en la rueda de prensa, dijo que podría sufrir alguna enfermedad de tipo "depresivo".

Por el momento, los investigadores no ven indicios de que el joven pudiese haber podido contar con cómplices para perpetrar el ataque. Durante su comparecencia ante los medios de comunicación explicaron que el atacante utilizó una pistola del calibre 9 adquirida de manera ilegal para perpetrar el tiroteo.

El jefe de la Oficina de Investigación Criminal de Baviera, Robert Heimberger, también desveló que en el interior de la mochila del joven los agentes encontraron 300 balas.

Asimismo, durante el registro de su habitación se encontraron evidencias de su interés por anteriores matanzas, de las que recopilaba información.

"El tema de los tiroteos lo mantenía intensamente ocupado", dijo el jefe de policía de Múnich.