Cinco días después del asesinato de un sacerdote que ha conmocionado a Francia, numerosos musulmanes manifestaron el domingo su horror ante el yihadismo, presentes en las misas en honor al religioso al lado de los católicos y con tribunas en los medios.

Unos dos millares de fieles católicos y un centenar de musulmanes asistieron este domingo a la misa organizada en la catedral de Ruán, en el noroeste de Francia, para rendir homenaje al sacerdote Jacques Hamel, degollado el martes por dos yihadistas en una iglesia. A las 08H00 GMT, unos 900 fieles se congregaban en el interior de la catedral, en el que se habían reservado asientos para los habitantes de Saint Etienne du Rouvray, donde se encuentra la iglesia en la que oficiaba el cura asesinado, en el noroeste de Francia. 

En el exterior, varios militares vigilaban la entrada del templo. Entre los fieles, un centenar de musulmanes respondieron al llamado del Consejo Francés del Culto Musulmán (CFCM), que invitó a responsables de mezquitas, imanes y fieles a asistir a la misa para expresar su "solidaridad y compasión".

"Amor hacia todos, odio hacia nadie" rezaba un cartel colgado dentro de la catedral por una asociación musulmana.

El sábado tuvieron lugar funerales interreligiosos por todo el país, conmocionado por el asesinato, el martes por la mañana, del cura Jacques Hamel, de 85 años, a manos de Abdel Malik Petitjean y Adel Kermiche, ambos 19 años. El ataque reivindicado fue por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

En la otra iglesia de Saint Etienne du Rouvray, frente a un retrato del difunto rodeado de ramos de flores, fieles católicos y musulmanes escucharon con atención las palabras del padre Auguste Moanda, quien recordó que "la fraternidad existe entre las dos religiones".

En Burdeos, en el suroeste, 400 personas de distintas confesiones participaron en una oración conjunta en la iglesia de Notre Dame y en Niza (sureste), ciudad aún enlutada por el atentado del 14 de julio que costó la vida a 84 personas, numerosos musulmanes asistieron a una misa en la iglesia de Saint-Pierre-de-l'Ariane, a la que también acudió el imán Otman Aissaoui.