Kiev, Ucrania.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pidió el lunes una "paz real y duradera" este año, en presencia de varios dirigentes extranjeros aliados que viajaron a Kiev para reafirmar su apoyo a Ucrania con motivo del tercer aniversario de la invasión rusa.
Rusia dijo que está dispuesta a negociar sobre la guerra, pero que solo dejará de combatir cuando un acuerdo de paz le "convenga", y acusó a Europa de querer continuar las hostilidades.
"Este año debería ser el del comienzo de una paz real y duradera. Putin no nos dará la paz ni nos la dará a cambio de algo. Tenemos que ganar la paz mediante la fuerza, la sabiduría y la unidad", afirmó Zelenski.
Para marcar el aniversario del conflicto y reafirmar su apoyo, numerosos dirigentes extranjeros viajaron el lunes a Kiev, entre ellos la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, o el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.
Von der Leyen, advirtió de que, a pesar de haber iniciado conversaciones con Estados Unidos sobre cómo poner fin al conflicto, el objetivo del presidente ruso Vladimir Putin "sigue siendo la capitulación de Ucrania".
Esta es la "crisis más central y trascendental para el futuro de Europa", declaró en la cumbre, donde anunció una nueva ayuda de 3.500 millones de euros (3.660 millones de dólares) para Ucrania.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, declaró por videoconferencia que apoya firmemente "la integridad territorial, soberanía e independencia de Ucrania" y subrayó que ambas partes deben estar representadas "justamente" en las conversaciones.
Acuerdo que "convenga" a Rusia
Mientras los dirigentes de países aliados de Ucrania se reunían para manifestar su apoyo y aplaudir la resistencia de Kiev, en la cita destacó la notable ausencia de Estados Unidos.
El presidente Donald Trump se alineó con la postura rusa, responsabilizando a Ucrania del estallido del conflicto el 24 de febrero de 2022, e inició conversaciones con Moscú sin contar con la participación ucraniana o europea.
Además Trump insiste en recuperar el importe de la ayuda prestada desde el inicio del conflicto a Kiev mediante el acceso a recursos minerales ucranianos.
Kiev afirmó el lunes que está en las "fases finales" de un acuerdo con Washington.
Por su parte, Rusia no ocultó su satisfacción desde que Trump rompió el aislamiento occidental de Putin y abrió conversaciones bilaterales.
"Nosotros vamos a cesar las hostilidades sólo cuando estas negociaciones produzcan un resultado firme y sostenible que convenga a la Federación Rusa", declaró el canciller ruso, Serguéi Lavrov, de visita en Turquía.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó por su parte que "los europeos siguen por el camino de las sanciones, por el camino de la convicción sobre la necesidad de continuar la guerra", en respuesta a un nuevo paquete de sanciones impuesto por Bruselas.
"Nada que perder"
La inflexión estadounidense después de tres años de apoyo militar ininterrumpido sorprendió a muchos ucranianos, que temen que su país se vea obligado a aceptar concesiones territoriales a cambio de un alto el fuego.
En un movimiento cargado de indirectas, Washington propuso en la Asamblea General de la ONU un proyecto de resolución del conflicto en el que no se menciona la integridad territorial de Ucrania.
Si el presidente ucraniano acepta entregar a Rusia las regiones que ocupa actualmente, "los muchachos que ahora luchan por nuestra tierra (...) no escucharán a Zelenski y seguiremos presionando", advierte Oleksander, comandante de una unidad de asalto de la 93ª brigada.
Muchos hombres ya han perdido "sus casas, a sus familias, a sus hijos" y ya no tienen "nada que perder", afirma el militar ucraniano.
China, apoyo político crucial de Moscú que nunca condenó la invasión de Ucrania, respaldó el lunes los "esfuerzos positivos" de Rusia para "distender" la crisis, en una llamada entre el presidente Xi Jinping y Putin, según medios estatales chinos.
- Sobre el terreno, se declaró un incendio en la refinería de petróleo de Riazán, una de las mayores de Rusia, al sur de Moscú, tras un ataque de drones ucranianos, según las autoridades.