Por Aarón Navarro Aguirre
Cuando el equipo de Señal Informativa caminaba por las vías del tren y le preguntó a un transeúnte si ése era el arroyo del Guaricho, la persona respondió: “pues, era”. Lo que al parecer fue alguna vez un arroyo propiamente, en el que había una corriente de agua, ahora es una grande hilera de carrizo y basura que le da un color verde pastoso a la poca agua que queda estancada.
En Lagos de Moreno existe una tendencia a descuidar los espacios acuíferos. El gran ejemplo de ello es el Río Lagos, cuya contaminación es un enarbolado problema. La situación del arroyo preocupa a los habitantes del fraccionamiento Capuchinas y les genera problemas de muchos tipos, principalmente de sanidad. Aunque ha habido algunos intentos por retirar la basura y las crecidas hierbas de carrizo y otras plantas, los colonos comentaron que no es tan sencillo:
“Me ha tocado ver gente que paga para que limpien la maleza de en frente de las vías, pero éste es un proceso más allá de nuestras manos. Tú tienes que ir directamente a Celaya a Ferromex a solicitarle al encargado de vía que te delimite el área de lo que es ferrocarriles para tú poderte hacer cargo de lo demás. Porque si tú tocas esa parte, pues es federal y te estás metiendo en un gran problema. Esas son cuestiones municipales, que el municipio tiene que tramitar”.
La contaminación en el arroyo hace proclive la generación de fauna nociva, mayormente zancudos. Pero también mencionaron que han tenido que lidiar con otro tipo de plagas como ratas y serpientes que se reproducen a raíz de las lamentables condiciones de higiene.
“Estamos junto al río del Guaricho. Ahí vienen las lluvias. Tenemos un gran problema de que son zancudos. Son pequeños detalles de los que no se dan cuenta. Ellos están en las oficinas y no salen de ahí. Lo importante sería que salieran y vieran “oye, tengo este problema. Mira: velo” Porque de nada sirve que yo vaya y te lo platique si tú no estás viendo la gravedad del problema”.
Otro de los grandes problemas que persisten en ese espacio es el alto índice de delincuencia. Tiene que ver mayormente con la venta de drogas, que según los vecinos, es un problema desde hace varios años y las autoridades no han hecho los suficientes esfuerzos para reforzar la seguridad en esa zona:
“Se mete mucho vandalismo ahí. Es peligroso. Nos da miedo pasar por allá. Una señora dice que en la noche se oyen muchos gritos. Se oyen muchas cosas de ahí. Y pues como no tumban seguido eso de las cañas que salen y todo eso, pues allí se esconden”.
Se puede hablar de una buena organización entre los vecinos del Fraccionamiento Capuchinas, pues han levantado reportes en torno a diferentes problemáticas. Algunos han sido atendidos y otros no.