Una suculenta gama de platillos destinada al ayuno cuaresmal




Por Andrea Prado

Tacos de pescado, capirotada y mariscos forman parte de los platillos que esta temporada suelen adornar los viernes de cuaresma, una época determinada hoy por el calendario litúrgico, cuyo inicio lo marca el miércoles de ceniza. Sin embargo, este no siempre ha existido y lo que hoy entendemos como cuaresma, forma parte de una construcción histórica que ha configurado las practicas que según se dice, son de ayuno y reflexión.

Para entender mejor este periodo y las prácticas que se desprenden de él, es útil comenzar con la definición de la palabra cuaresma; la cual como lo indica el doctor en historia Juna Pío Martínez, encuentra en principio su antecedente en el vocablo teutón de origen alemán lent, que traducido al inglés designa los cuarenta días de ayuno anteriores a la pascua. Pero originalmente este último concepto se utilizaba solamente para designar la estación de primavera; pasado el tiempo se vincularía el vocablo lent con el termino en latín cuadragésima, que a su vez imitaba el nombre griego tesaracoste, que también era designado a la cuaresma. Pero a partir de ¿cuándo podemos encontrar algunos indicios sobre la cuaresma y junto con ella el ayuno?

«Por ejemplo en el siglo quinto algunos padres apoyaban la opinión de que el ayuno de cuarenta días era una institución apostólica, pero según esto, es una cuestión que se ha venido rechazando, se ha venido cuestionando, ya que se dice que hay documentos, que ya desde los primeros tres siglos de iniciado el cristianismo, hablan de una diversidad de prácticas relacionadas con el ayuno anterior a la pascua y un proceso gradual de desarrollo en materia de su duración, de lo cual también hay una discrepancia, pero independientemente de esa discusión también hay conocimiento de que para los albores del siglo IV, se encuentra la primera mención del termino tesaracoste, que es el que se usa para referirse a la cuaresma, en sí pues que esto en el siglo quinto habría empezado esta cuestión de la cuaresma, pues se remonta a tiempos más atrás».

Seria en las cartas festales de San Atanasio, obispo de Alejandría, quien hacia el año 331 ordenaría a sus fieles cuarenta días de ayuno preliminar al tiempo de pascua, práctica que como textualmente él dijo, “tenía el fin de que mientras todo el mundo este ayunando, nosotros en Egipto no seamos el hazme reír como único pueblo que no ayuna, si no que nos dedicamos al placer”. Pero entonces, ¿qué pasa con la duración de la cuaresma?, ¿siempre fue de cuarenta días?

«La cuaresma, entonces, de cuarenta días no se conocía en occidente antes de la época de San Ambrosio, parece ser que tanto los ejemplos de Moisés, Elías y Cristo  habrían constituido una gran influencia al fijar el tiempo de cuarenta días, aunque también es posible que se reflexionara en el hecho de que Cristo duró cuarenta días en la tumba. Actualmente, siguiendo la tradición, la atención se pone más sobre los cuarenta años de Israel en el desierto y los cuarenta días de ayuno de Jesucristo en el desierto al inicio de su vida pública, es decir que de alguna manera ese número cuarenta tiene un simbolismo muy importante. Por otra parte así como Pentecostés que significa cincuenta días era el periodo durante el cual los cristianos se regocijaban, lloraban de pie, a pesar de no estar siempre dedicados a esa oración; del mismo modo la cuadragésima era originalmente un tiempo caracterizado por el ayuno, pero no significaba que los fieles deberían ayunar a todo lo largo de ese periodo».

Sin embargo, como lo menciona el doctor Pio Martínez, no siempre el número cuarenta determinó esta práctica como sucedió en Roma:

“Ya en tiempos de Gregorio Magno, esto es hacia los años 590, 604, que es los años que dura su episcopado o su periodo en que es papa; en Roma que utilizaban en seis semanas de cinco días cada una haciendo un total de treinta y seis días de ayuno, las que San Gregorio, seguido después por muchos autores medievales, describe como el diezmo espiritual del año, ya que treinta y seis días que equivalen aproximadamente a la décima parte de trescientos sesenta y cinco. Más tarde el deseo de cuadrar perfectamente los cuarenta días llevo a la práctica de comenzar la cuaresma a partir de nuestro actual miércoles de ceniza. Desafortunadamente las fuentes que he consultado hasta ahorita, no precisan el momento exacto en que hay este ajuste a nuestras prácticas actuales, pero bueno creo que esto nos va dando una idea de cómo estaba las cuestión”.

Finalmente hay que destacar que cada uno de los cambios descritos anteriormente, responde a un contexto histórico particular y que la naturaleza de prácticas como el ayuno responde también a la dinámica de estos contextos. Ahora nos preguntamos ¿Los pescados y mariscos estuvieron siempre permitidos? o por el contario, ¿hubo algún momento en la historia en el que se permitió durante la cuaresma consumir carnes rojas?