Ciudad de México, México.
México tiene todavía un subregistro muy importante en cuanto a sus desaparecidos, con más de 100.000 personas desde que existe registro en 1964, pese a los avances que ha tenido en el tema, consideró este sábado Karla Quintana, la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB).
La funcionaria utilizó su cuenta de Twitter para recordar que esta semana el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, no localizadas y localizadas (Rnpdno) llegó a más de 100 mil reportes de personas desaparecidas y no localizadas.
“No son cifras, son personas, familias, grupos de amigos y un tejido social que ha sido profundamente lastimado; un tejido del que somos parte toda la sociedad”, refirió.
Destacó la importancia de hablar de cifras y estadísticas como una herramienta de política pública y rendición de cuentas, para tener un acercamiento a la dimensión de la crisis de desaparición, la cual ha sido reconocida, y para tomar medidas en consecuencia.
Recordó que antes de 2019 existía un registro de menos de 40 mil desaparecidos y no había una herramienta que sistematizara la información recibida ni que hiciera posible la transmisión de la información sobre las personas desaparecidas.
Ya en junio de 2020, dijo, gracias a que varias instituciones comenzaron a compartir información y ésta se hizo pública, la cifra aumentó a más de 61.000, la mayoría de ellas desde 2007.
“Para el 13 de julio de 2020, que se presenta la versión pública que hoy observamos (...) la cifra ascendía a 73 mil personas reportadas como desaparecidas”, precisó y detalló que el registro se alimenta de información de fiscalía, comisiones y otras autoridades.
Además, destacó que tras varias actualizaciones, actualmente se sabe que en el Rnpdno hay más de 100.000 individuos, de los cuales 24 mil 824 son niñas, adolescentes o mujeres.
Puntualizó que la contabilización ha permitido saber que hoy en día se está desapareciendo a la juventud y que hay más de 16 mil 537 desaparecidos que eran niñas, niños y adolescentes al momento de la desaparición.
“Sabemos los estados y los municipios con mayores reportes de desaparición y los años en que las personas fueron desaparecidas; sabemos que más de 145.000 personas fueron localizadas luego de haber estado desaparecidas o no localizadas”, dijo.
Pero acotó que 93,19 % de ellas fueron encontradas con vida y 7,31 % sin vida.
Destacó que todavía hay muchos datos sobre las víctimas que se desconocen, como lo demuestra el hecho de que en 85 % de los casos “no hay información alguna” sobre por qué delito se está investigando la desaparición.
Señaló también que sería importante saber de las personas localizadas (con y sin vida) si fueron víctimas de un delito, “pero no se tiene información en 77,87 % de los casos. Sería importante saber cuánto tiempo estuvieron desaparecidas antes de ser localizadas, pero en 81,41 % no se sabe”, reconoció.
Otro de los problemas, dijo, es el nivel de subregistro, pues se sabe que mucha gente no denuncia una desaparición por miedo o desconfianza en las autoridades como, por ejemplo, en los casos de migrantes centroamericanos “por mucho, el mayor grupo afectado por desaparición”, resaltó.
Ante este panorama, Quintana dijo que se debe insistir en que todas las autoridades compartan toda la información necesaria para la búsqueda.
“De eso depende, en gran parte, tener una herramienta para encontrar a las personas, y entender de mejor manera los contextos”.
Precisó la importancia de generar una campaña nacional y centroamericana para recopilar la información de personas desaparecidas que no es recibida por las autoridades o incluso para revisar si todas las personas están incluidas”, como parte de lo cual inició la toma de muestras de sangre hace una semana.
“El registro, con todos los espacios de oportunidad y mejora requeridos y sin autocomplacencias, nos permite tener hoy un acercamiento a la realidad. Hay que seguir construyendo de la mano de las familias”, enfatizó.