El segundo mandato de Trump pone a la democracia estadounidense contra la cuerdas
Foto por ANDREW CABALLERO-REYNOLDS / AFP




Washington.

El segundo mandato de Donald Trump pone a prueba la democracia estadounidense desde enero y prácticamente sin descanso, con decisiones que desafían la legalidad y amenazan la convivencia en el país.

¿Cómo ha impactado el segundo mandato Trump en la democracia estadounidense?

En septiembre, un micrófono abierto captó al secretario de Gabinete de la Casa Blanca, Will Scharf, proclamando entre risas “crisis es nuestra marca”, refiriéndose a una película que expone campañas de calumnias políticas. Esto refleja la estrategia del Trumpismo en este segundo mandato: inventar o amplificar crisis para posicionar a Trump como la única solución.

Desde la Casa Blanca se justifica cada acción cuestionada alegando que jueces ignoran la voz de los votantes, mientras el Gobierno Trump lanza campañas agresivas contra la inmigración, diversidad, cambio climático y multilateralismo, mostrando inclinaciones autocráticas.

Acciones de la autoridad y consecuencias legales

Un artículo de The New York Times consultó a 35 académicos del derecho, de los cuales 34 denunciaron ataques a la Constitución, ilegalidad y concentración del poder presidencial. Michael Dorf, profesor en Cornell, señala que Trump se siente libre de la Constitución y leyes federales, apoyado en creencias neorreaccionarias que promueven un liderazgo corporativo absoluto.

En menos de un año, Trump ha usado agencias federales y el Departamento de Justicia para procesar rivales políticos, deportar migrantes sin debido proceso y firmar órdenes ejecutivas para eludir al Congreso, como los “aranceles recíprocos”.

También desplegó agentes federales y militares en ciudades sin autorización civil clara, acosó a medios y universidades, y buscó eliminar el derecho de suelo para hijos de indocumentados.

Además, redibujó distritos electorales para favorecer a su partido y dictaminó medidas extremas contra acusados sin pruebas claras. Estas acciones han provocado entre 500 y 530 demandas federales contra su Administración, récord histórico en apenas 11 meses.

El segundo Gobierno más demandado es el de Joe Biden, con 135 demandas, muy por debajo de las cifras alcanzadas por Trump en este periodo.

  • Este contexto refleja un Ejecutivo que desafía los límites legales y constitucionales, generando un debate profundo sobre el futuro de la democracia en Estados Unidos.