Goma, RD Congo.

El ejército de Ruanda que apoya la rebelión del M23 en el este de la República Democrática del Congo (RDC) utiliza armamento sofisticado como misiles tierra-aire, según un documento de la ONU al que tuvo acceso AFP el lunes.

Un "supuesto misil tierra-aire de las Fuerzas de Defensa Ruandesa (RDF)" se dirigió el miércoles, sin alcanzarlo, a un dron de observación de la ONU y habría sido disparado desde un vehículo blindado en una zona controlada por la rebelión M23 ("Movimiento del 23 de marzo"), precisó el documento.

• "Informaciones externas procedentes de Francia confirman que el vehículo blindado de tipo WZ551, equipado de un sistema de misiles tierra-aire, es ruandés", añadió.

Dos fotografías aéreas presentadas con el informe muestran un vehículo blindado con un sistema de radar y lanzamisiles en la parte superior. Las imágenes fueron tomadas a unos 70 km al norte de Goma, capital de Kivu del Norte, por el dron al que se dirigía el misil.

La misión de la ONU en RDC (MONUSCO) indica en el documento que no conoce "grupos armados que posean el entrenamiento y los recursos necesarios para operar y mantener un sistema de misiles tierra-aire móvil" y advierte de una "escalada de las fuerzas convencionales en el conflicto en el este de la RDC".

La región de Kivu del Norte es escenario desde finales de 2021 de un conflicto que opone la rebelión de M23, apoyada por unidades del ejército ruandés, y el ejército congoleño, asociado a movimientos armados y grupos militares extranjeros.

Los enfrentamiento se intensificaron recientemente entre el grupo armado, uno de los más fuertes de las decenas que actúan en el conflictivo este, y las fuerzas armadas de la RDC.

Miles de civiles se vieron obligados a huir de la ciudad de Sake, un lugar estratégico en la ruta hacia Goma.

Fotografía:
Aubin Mukoni / AFP

Al menos tres personas murieron y una decena resultaron heridas el lunes al caer una "bomba" en un campo de desplazados cerca de Goma, según fuentes locales.

El ministro de Comunicaciones y portavoz del gobierno, Patrick Muyaya, acusó en X al ejército ruandés de "lanzar la bomba".