Andrade, las italianas y Barajas roban el protagonismo a Biles en la jornada final
La gimnasta brasileña Rebeca Andrade (c), oro; y las estadounidense Simone Biles (i), plata, y Jordan Chiles (d), bronce, posan durante la ceremonia de entrega de medallas de la final de suelo femenino de gimnasia artística de los Juegos Olímpicos de París 2024, en el pabellón Bercy Arena, este lunes, en París. EFE/ Miguel Gutiérrez




París.

La brasileña Rebeca Andrade, oro en suelo, las italianas Alice D'Amato y Manila Esposito, oro y bronce en barra, y el colombiano Ángel Barajas, plata en barra, fueron las protagonistas de la jornada final de la gimnasia artística en París.

En la que Simone Biles no pudo ampliar su cuenta de tres oros pero sumó una plata sobre el tapiz de Bercy.

La estadounidense, invencible en las jornada precedentes, se cayó de la barra y se salió dos veces del cuadrilátero en su rutina de suelo, unos errores que hasta ahora no había cometido en sus exhibiciones gimnásticas en París.

Andrade logró su cuarta medalla de estos Juegos, primera de oro, con 14,166 puntos a cambio de un ejercicio brillante, defendido con seguridad en cada una de sus dificultades.

La alta exigencia del ejercicio de Biles, 6,900 frente a los 5,900 de Andrade, le permitió alcanzar la plata pese a sus dos salidas, con un total de 14,133. Y por detrás de ella quedó su compañera Jordan Chiles con 13,766, tras reclamar con éxito una subida de su nota.

Fue la segunda vez en pocos minutos en que la brasileña superaba a Biles, tras acabar también por delante en la barra de equilibrio, aunque ambas fuera del podio.

La viga deparó una gloria olímpica desconocida a la gimnasia italiana, oro y bronce gracias a D'Amato (14,366) y Esposito (14,000), separadas por la china Yaqin Zhou (14,100). 

Tras la plata por equipos, Italia se ratifica como el país puntero en la gimnasia femenina, solo por detrás de Estados Unidos. Sus gimnastas no conocían hasta ahora ninguna medalla en la barra.

Cuarta fue Adrade (13,933), con una nota más baja de la que mereció su rutina.

  • Biles llevaba un ejercicio que apuntaba al podio -la pulcritud de D'Amato había puesto el oro muy caro- cuando tras una serie acrobática hacia atrás perdió el pie de la barra y se cayó. Los jueces se pensaron mucho su nota, un 13,100 que ya la situó fuera de las medallas, a falta de la actuación de Andrade, que también la superó.

Se cayeron cuatro de las ocho finalistas.

La norteamericana nunca ha ganado un oro olímpico en barra, aunque tiene dos bronces en cada uno de los dos Juegos anteriores. Cierra estos Juegos con tres oros (equipos, individual y salto) y una plata (suelo).

También hubo sorpresa en la última final masculina, la de barra, en la que el oro fue para el japonés Shinnosuke Oka (14,533). 

Hasta ahí todo normal. Pero la plata fue para el colombiano de 17 años Ángel Barajas (14,533), en su primera temporada en la categoría absoluta. El bronce lo compartieron el chino Boheng Zhang y el taiwanés Chia-Hung Tang con 13,966. 

Fue la primera medalla olímpica de la historia de la gimnasia colombiana y el primer podio del país en París 2024.

El cucuteño compitió en Bercy como un adulto, con un temple que le permitió esquivar los errores que cometieron algunos de los favoritos, en una final también con numerosas caídas. 

Barajas, subcampeón mundial júnior en 2023, presentó un ejercicio por encima de la corrección: incluyó cuatro sueltas bien ejecutadas, dos de ellas enlazadas, y una salida con doble mortal con pirueta que clavó al suelo. Una ligera falta de tensión en el cuerpo en algún momento fue su único error evidente. 

La nota de dificultad de 6,600 se unió a una ejecución de 7,933 que sumaron el 14,533 definitivo.

Se fue momentáneamente a la segunda plaza y así aguantó hasta que faltaban dos gimnastas por competir. El bronce estaba asegurado. 

El croata Tin Srbic se cayó dos veces y quedó descartado. El chino Zhang, gran favorito, hizo un ejercicio notable que estropeó con una mala salida.

Solo en la final de paralelas se cumplió el guion previsto. El gimnasta chino Jingyuan Zou revalidó el título olímpico con la nota más alta registrada en toda la competición, 16,200.

Zou ya había logrado esa calificación en la ronda previa y volvió a merecerla en la final, con un ejercicio pausado, limpio, de 6,900 de dificultad y 9,300 de ejecución.

La medalla de plata fue para el ucraniano Ilia Kovtun (15,500), uno de los gimnastas más sólidos del último ciclo, y el bronce para el flamante campeón olímpico absoluto, el japonés Oka Shinnosuke (15,300), ambos de 20 años, seis menos que el campeón.

Chinos y ucranianos se han alternado la victoria en este aparato en los últimos ocho Juegos.

El ucraniano Oleg Verniaiev, oro en 2016, se cayó y perdió toda opción de medalla. 

La gimnasia artística concluyo con Estados Unidos al frente del medallero (3-1-6), por delante de Japón (3-0-1) y de China (2-5-2). Quince países subieron alguna vez al podio. 

Natalia Arriaga