Ocotlán, Jalisco
Este fin de semana fue la segunda ocasión consecutiva que fueron colocados los tianguis de Leandro Valle y el del núcleo de feria de Ocotlán, luego de un cierre total desde finales del mes de marzo, situación que ya venía golpeando a los comerciantes tras dos meses y medio de inactividad. Uno de los comerciantes, Ángel Lomelí, platicó cómo fue el proceso de reapertura:
“Pues desesperados, pero todo esto se fue analizando para el bien del comerciante y para bien de la ciudadanía. Estuvimos analizando con los de reglamentos y con todos los municipios de la región para ver cómo se podía trabajar, después se dieron cuenta que se podía trabajar solo una lateral y los otros descansaran”.
Las medidas que ya se habían dado a conocer por parte de las autoridades incluyeron, en el núcleo de feria, un túnel sanitizante en las entradas tanto del Malecón II como la de Rayón, además de la colocación de alcohol en gel y la toma de temperatura; un distanciamiento de al menos metro y medio entre cada puesto, y que cada locatario tuviera gel y cubrebocas, recomendaciones que en un recorrido este domingo se pudieron constatar, aunque lo que respecta a la distancia entre puestos, no se cumplía a cabalidad, ya que había lugares en que hasta cuatro o cinco puestos estaban colocados como de costumbre.
Respecto al túnel sanitizante, la Secretaría de Gobernación dio a conocer en un comunicado del 8 de abril de este año, que no recomendaba su uso, debido a que no existía evidencia sólida de que realizara una desinfección efectiva del Sars-Cov-2, además de que la inhalación de sustancias desinfectantes podría causar, entre otras cosas, daños a las vías respiratorias, tos, estornudos e irritación de los bronquios, desencadenar ataques de asma, producir neumonitis química e irritación en piel, ojos y mucosas.
En lo que respecta al de Leandro Valle, el acuerdo al que llegaron comerciantes y autoridades, fue colocar puestos en un solo lado de la calle cada fin de semana, además de la distancia entre puestos, que al igual que en el núcleo no se cumplía del todo, como se constató también en un recorrido, aunque, las otras medidas correspondientes a los locatarios como la aplicación de gel y uso del cubrebocas, sí se cumplian. La diferencia más importante es que en este tianguis no había control en las entradas, por lo que la gente recorría la calle sin cubrebocas, sin guardar distancia e incluso hubo libre paso para menores de edad, aunque estaban colocados elementos de seguridad pública en diferentes puntos del tianguis.
Finalmente, Yolanda González quien tiene su local en el núcleo, platicó que aún con la reapertura, las ventas en este reinicio han sido malas:
“Pues ahí la llevamos, poco a poquito - ¿Las ventas?- Pues muy malas, antes pues más o menos uno le sacaba pero ahorita están muy malas”.
En la región Ciénega, hay constancia de la reapertura de los tianguis de Jamay y Ocotlán, en lo que han tomado medidas similares como limitar el número de puestos o distancia entre los mismo, en Jamay incluso manejaron la posibilidad de cambiarlo de sitio, para tener un mejor control de las personas que ingresaban, según dio a conocer este medio informativo en días anteriores.