Guadalajara, Jalisco.

Fueron más de 10 mil las voces de jóvenes, de maestros, de estudiantes, de familiares de desaparecidos quienes participaron en la Marcha por la Paz y la Justicia.

Para el rector general de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Ricardo Villanueva Lomelí, el reto que tenemos como sociedad es que no se normalice la violencia. “No podemos resignarnos a una realidad violenta”, dijo.

Al hacer un balance de la movilización que salió del edificio de la Rectoría General, a la glorieta de las y los Desaparecidos, Villanueva Lomelí hizo un llamado al gobierno de Jalisco, a la Fiscalía Estatal, a que den resultados para frenar la desaparición de personas y las ejecuciones. De palabras ya estamos cansados, subrayó.

“Yo creo que eso habla del nivel de indignación que hay sobre lo sucedido. Yo creo que todos los jaliscienses dieron una muestra de civismo y de solidaridad ante todo el dolor de estas madres que tenemos aquí en primera fila y que verdaderamente se nos contagia este dolor. Ese dolor lo podemos vivir todos y tenemos que levantar la voz para poder exigir que podamos dormir tranquilos y vivir con paz. Yo creo que hay más de 10 mil personas que asistieron el día de hoy, fue una convocatoria que se hizo ayer en la noche y en menos de 24 horas podemos ver la reacción de todos los jaliscienses de indignación y esperemos que esto sea el parteaguas para que ya se ponga orden en el estado de Jalisco y en todo el país”, manifestó.

De la comunidad universitaria, el rector general precisó que han sido desaparecidos 16 personas, de las cuales 5 fueron encontradas sin vida y las 11 restantes, sus familiares y la UdeG, insistirán hasta encontrarlos.

Sobre la exigencia de que el fiscal estatal, Gerardo Octavio Solís, pueda renunciar al cargo, el rector aclaró que la UdeG no pide la salida de nadie, pero advirtió que no se va a quitar el dedo del renglón hasta que se localicen a los desaparecidos y se haga justicia en el caso de a quienes se les ha arrebatado la vida con violencia.

De quienes señalaron que la marcha tuvo un interés político, Villanueva Lomelí aseguró que en efecto se trató de un acto político, pero eso sí, alejado de cualquier partidismo o de un gesto de politiquería.