Guadalajara, Jalisco.
Este es el peor año para los productores de leche en Jalisco, así lo han declarado. La sustitución por la leche en polvo por parte de las industrias locales e internacionales para bajar costos de producción ha puesto a familias completas en serios problemas.
Como es el caso de la familia Rodríguez Márquez, integrada por puras mujeres que desde hace más de 40 años se levanta día con día a las cuatro de la mañana para comenzar a ordeñar sus vacas.
Ma. del Refugio, Lourdes, Ana María y Yolanda, han construido su patrimonio lechero en la localidad de San José de las Flores en Zapotlanejo.
Por 30 años Ma. del Refugio le vendió leche a la empresa Sello Rojo, litros y litros de leche; sin embargo, a mediados de marzo del 2024, ésta sin argumento alguno le dijo que tenía ocho días para acomodar los 20 mil litros de leche que ya no le iba a comprar, así nomás.
“Yo lo único que pensé en ese momento fue “Dios mío yo creo que me voy a ir en un carcanchita con ollas de leche para ver si los vendo por ahí, pero tú nos vas a ayudar.
Entonces mi hijo habla a una empresa que es donde la está entregando y le dicen que vaya tal día, y nos la recibieron pero está muy barata, no salimos así”.
La sustitución de la materia prima por leche en polvo importada de Estados Unidos y Canadá no es el único problema al que se enfrentan los productores en Jalisco, también al bajo costo, Lourdes Rodríguez comparte.
“Y no es que nosotros queramos pero sí respingamos nos tiran si decimos que niños alcanza para la pastura, lo qué pasa si yo dijera eso van a decir “ya no te recojo tu leche”, como a mi madre”.
Para producir un litro de leche Ma. del Refugio y sus hijas invierten 9 pesos; sin embargo, las empresas se la compran a 8 pesos con 20 centavos.
“No queremos que nos paguen la leche a precio de oro sino lo justo”.
Ellas piden para tener una ganancia de entre 10 a 11 pesos por litro. La petición de obtener un precio justo viene de años atrás. Sin embargo, ahora con la leche en polvo se dice que la leche nacional es más cara y por eso la sustitución por parte de las industrias.
Para sobrevivir en el campo, las mujeres Rodríguez Márquez se han visto orilladas a vender más del 50 por ciento de sus vacas en los últimos 10 años.
“Empezaron con 350 vacas de leche y ahora sólo quedan 140 porque se han tenido que ir vendiendo para que coman las demás”.
Al ver el panorama de sus demás compañeros productores y el poco apoyo por parte de las autoridades federales, estatales y de las empresas, se pregunta ¿Cómo continúa resistiendo?
“Estamos con el susto, por un lado de qué va a pasar si otra vez bajan más la leche o nos la dejan, y como todas las empresas andan así de que no quieren la leche, uno piensa si debe vender el ganado o hacerle la lucha pero...
¿En qué forma? Si es algo que preocupa día a día”.
Al igual que a la familia Rodríguez Márquez, Sello Rojo dejó de comprarle a seis productores de leche, algunos de ellos no han podido acomodar la materia prima.
- A nivel estatal se dice que son más de medio millón de litros de leche por día que el sector industrial dejó de comprar.