Por Luz Atilano
Entre el cuatro y el seis de octubre fueron los últimos días que se supo algo de Fernando Huizar Gaeta, quien radica en Encarnación de Díaz Jalisco y trabajaba en un bar llamado La Cabaña. Como toda su familia reside fuera del país, fue hasta que no respondió llamadas ni mensajes al celular cuando se percataron de que algo podía haberle ocurrido, comparte una de sus hermanas:
«Él tiene ya cinco meses de desaparecido, hasta ahorita, en estos momentos no hemos tenido ninguna razón de qué pasó con él o si alguien lo ha visto o algo, no sabemos nada. […] Él actualmente se comunicaba con mis padres lo máximo cada tercer día, es cuando le estaba hablando a mi madre… y entonces él habló con un hermano el jueves, creo el cuatro de octubre y desde entonces, de esas fechas, no hemos vuelto a saber nada de él… le estuvimos marcando al celular y ya solamente decía que estaba fuera de servicio, pero fue todo. Ya a partir de esas fechas, a partir de esos días él no volvió a contestar su celular, no volvimos a saber de él».
Pese a la movilización de sus seres queridos para dar con su paradero, nada se ha sabido de él. Y en su búsqueda, la distancia parece no sólo ser física y territorial sino hacia una buena y real actuación de las autoridades correspondientes, pues ni la delegación regional de la Fiscalía General del Estado de Jalisco ni la del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses han dado la debida atención a las solicitudes de búsqueda e identificación; no se ha iniciado averiguación alguna, aun con los datos ofrecidos por sus familiares, ni se ha acudido al domicilio de Fernando para reconocer algún indicio de su desaparición; ninguna autoridad ha ofrecido, tampoco, alguna alternativa de intervención para un caso como éste.
«Solamente, llamo y me piden toda la información y me piden muchas cosas para que al último me digan “pues no, no hay nada… y si tenemos algo nosotros nos comunicamos con usted”. He llamado al SEMEFO buscándolo también y me piden información de todo, para que al último me digan “no le podemos ayudar, usted se tiene que presentar para poderle dar información. Nosotros no podemos darle información a través de un teléfono. […] Les he dado información de dónde trabajaba él, les he dado algunos nombres de (sus) amigos, de su novia (Viviana, o la güera) y ¿por qué no se toman un tiempecito, se levantan, van y averiguan?, yo me siento ahogada, me siento sin apoyo… siento que Fiscalía solamente ignora, porque ellos no están en tus zapatos, ellos no están pasando lo que tú estás pasando y así hay mucha gente, que quizá se sientan igual que yo», comenta su hermana.
En este doloroso proceso, quienes buscan a Fernando Huizar, aun desde lejos se enfrentan a una realidad en la que la poca o nula intervención de las autoridades camina a la par de la delicada situación de inseguridad que atraviesa nuestra región, Altos Norte de Jalisco, a una realidad que muchos conocen pero de la que pocos hablan; pues aunque gracias a una llamada telefónica desconocida, se presumen indicios de una desaparición involuntaria, ninguna información ha valido hasta ahora para dar con su paradero.
Fernando tiene 37 años de edad, es de estatura alta, mide aproximadamente 1.75 metros. De cuerpo es ancho, su piel es clara y sus ojos color café. En su pie derecho tiene una placa que se le colocó hace algunos años debido a un accidente. Sus codos están quebrados, por lo que sus brazos se ven algo chuecos, y en su labio superior tiene una cicatriz, al igual que en su ojo izquierdo. Casi siempre luce rapado y con barba crecida, aunque a veces la usa de candado de candado. Cualquier dato sobre él puede hacerse llegar a la página de Facebook Buscando a Fernando Huizar.
«Que si saben algo o si vieron algo, o algo que nos diera una pista para dar con mi hermano. Si alguien sabe algo que se comunique conmigo, todo quedará en anonimato… pero entiendan una cosa: es algo desesperante, es algo que todos los días te levantas y es en lo primero que piensas… y al ver ahorita así a mi madre, es algo muy triste. Que me ayuden a saber algo, cualquier cosa es mucha ayuda».