Piden ampliar la Red de Estaciones de Monitoreo Ambiental
Fotografía: Ignacio Pérez Vega




Guadalajara, Jalisco.

En el Área Metropolitana de Guadalajara hay 10 estaciones de monitoreo de la calidad del aire. Sin embargo, algunas no están en operación y hay zonas de la ciudad que no están cubiertas. Por ello, la investigadora del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Valentina Davydova, hizo un llamado al gobierno de Jalisco para que resuelva ambos problemas.

Las 10 estaciones de monitoreo de la calidad del aire se localizan en los siguientes puntos: Centro, Vallarta, Oblatos, Atemajac, Tlaquepaque, Loma Dorada, Las Águilas, Miravalle, Las Pintas y Santa Fe, pero éstas cubren 80% de la mancha urbana.

Las áreas que no están cubiertas se localizan en Zapopan, en Tlaquepaque y en los límites de Tlaquepaque y Tlajomulco.

“Algunas estaciones ya dejaron de funcionar, es decir, ya no brindan la información de los contaminantes. Es muy importante llamar la atención a la Semadet para que por favor realicen la sustitución de los equipos o les den mantenimiento, porque es muy importante notificar a los ciudadanos sobre la contaminación en cada uno de los puntos de la ciudad”, subrayó.

Valentina Davydova dijo que la Red de Monitoreo de la Calidad del Aire tiene que ampliarse en dos o tres nuevos puntos y también se tiene que incluir nuevos equipos que midan nuevos contaminantes que hoy no se analizan.

“Inclusive hay que pensar en incrementar la Red de Monitoreo, ampliarla en la zona metropolitana de Guadalajara. Además, se tienen que incrementar el número de los sensores para medir contaminantes”, precisó.

En agosto pasado, la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Territorial (Semadet) dijo que se requerían 40 millones de pesos para ampliar la red de estaciones de monitoreo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó un estudio en el año 2013 en donde resaltó que en los municipios metropolitanos mueren alrededor de 3 mil personas por año. La capital jalisciense es la segunda ciudad mayor a 1 millón de habitantes, en América Latina, con concentraciones de partículas suspendidas, menores a 1 micras (PM10).


Ignacio Pérez Vega