Petición en Francia contra el regreso de un criticado pesticida suma 1,2 millones de firmas
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París, Francia.

Más de 1,2 millones de personas han firmado hasta este lunes en Francia una petición que urge al gobierno a reconsiderar la reintroducción de un criticado pesticida, lo que obligará previsiblemente a un debate público parlamentario, aunque no a una derogación.

La llamada "ley Duplomb", que debe su nombre al senador conservador que la promovió, autoriza de nuevo el uso de la acetamiprida, un plaguicida conocido por su toxicidad para los polinizadores, como las abejas. La norma fue adoptada el 8 de julio, pero aún no entró en vigor.

Dos días más tarde, una estudiante de 23 años, Eléonore Pattery, lanzó una petición de derogación, que tacha la ley de "aberración científica, ética, medioambiental y sanitaria".

A un ritmo fulgurante, la petición, apoyada también por diputados de izquierda y ecologistas, fue sumando firmas, y este lunes había recabado ya más de 1,2 millones, según la web de la Asamblea Nacional, la cámara baja francesa.

El número supera ampliamente el umbral del medio millón, a partir del cual la Asamblea Nacional puede decidir organizar un debate en sesión pública.

Su presidenta, Yaël Braun-Pivet, dijo el fin de semana que es favorable a la celebración de un debate a partir de septiembre, pero si fuera el caso, no se reexaminará el fondo de la ley.

Una afirmación de la que se hizo eco este lunes el propio senador Laurent Duplomb, del partido Los Republicanos (LR).

"Se hará ese debate en la Asamblea Nacional, pero en ningún caso se desmontará la ley", dijo en la radio RMC Duplomb, quien estimó que el texto se ha convertido en objeto de una campaña de "diabolización".

  • La ley, en cualquier caso, está siendo estudiada por el Consejo Constitucional, que debe pronunciarse de aquí al 10 de agosto.

- Piden a Macron que no promulgue la ley -

La medida más criticada es la reintroducción, a título derogatorio, de este insecticida de la familia de los neonicotinoides, prohibido desde 2018 pero autorizado en otros lugares de Europa hasta 2033.

La reintroducción fue reclamada por las dos mayores sindicatos de agricultores del país, la FNSEA y la Coordinación Rural.

Los productores de remolacha azucarera afirman que de lo contrario no tienen forma de proteger eficazmente sus cultivos, y temen la competencia desleal de importaciones de azúcar obtenido con ayuda de pesticidas prohibidos en Francia.

El texto de compromiso pactado prevé una reintroducción "para afrontar una amenaza grave que pone en peligro la producción agrícola", sin límite en el tiempo aunque con una cláusula de revisión al término de un período inicial de tres años, y luego cada año.

El regreso de los neonicotinoides, especialmente tóxicos para las abejas, ha sido muy criticados por los apicultores y también por organismos públicos de gestión del agua, así como por científicos, que alertan de la persistencia de esas sustancias en el medioambiente, con el consiguiente riesgo para la salud.

Tras la decisión del Constitucional, el presidente francés, Emmanuel Macron, puede promulgar la ley o pedir una segunda deliberación sobre el texto.

La asociación medioambiental Generaciones Futuras pidió al mandatario que no promulgue la ley, por ser "contraria a los principios de precaución y promoción de un modelo agrícola sostenible".