Pese a la guerra, el fútbol vuelve a algunos estadios en Sudán
Foto: AFP




Berber, Sudán.

El modesto estadio de Berber vibra por la euforia de los aficionados, que se levantan de golpe para animar a los futbolistas. Los festejos son escasos en un país arrasado por una guerra mortífera desde hace más de dos años.

"Es un sentimiento maravilloso, es indescriptible, este magnífico regreso", celebra Ahmed Tag,

uno de los espectadores que ha vuelto, tras largos meses de ausencia, a uno de los partidos de la liga sudanesa, que enfrenta al campeón Al Hilal contra el equipo Hay Al Wadi.

"Estamos muy contentos de volver a ver a Al Hilal, de ver cómo renace el fútbol sudanés, después de todo lo que hemos perdido estos últimos dos años", dice.

Desde abril de 2023, los combates entre el ejército regular y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FSR) han causado decenas de miles de muertos y millones de desplazados, provocando una crisis humanitaria.

Pese a la guerra, el fútbol vuelve a algunos estadios en Sudán

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- Ocho equipos -

Desde el inicio del mes de julio, el campeonato, reducido a una miniliga que reúne a 8 de los 24 equipos sudaneses, ofrece momentos de pausa bien recibidos por una población puesta a prueba por los combates, los desplazamientos masivos, el hambre y el cólera.

La Federación decidió organizar la primera Liga de Élite en Berber y en otras dos ciudades de la región del Nilo y de Al Damer, controladas por el ejército y consideradas como más seguras que la capital Jartum, en ruinas.

"Estamos por fin de vuelta a casa, delante de nuestros aficionados, con el ambiente de la liga", cuenta Mohamed Abdel Rahman,

el emblemático capitán y máximo anotador de Al Hilal, feliz de volver a su tierra natal aunque el equipo no pueda jugar en su estadio de Jartum.

  • La pasada temporada, tanto Al Hilal como Al Merrikh entrenaron en el exilio, en Mauritania, y participaron en la liga de ese país.

Al Hilal consiguió llegar a cuartos de final de la Liga de Campeones africana, animado a distancia por sus hinchas, que seguían su recorrido desde Sudán.

"Nos entregamos al máximo para hacer felices a nuestros hinchas, para darles una dosis de alegría en medio de la difícil situación de Sudán", subrayó el atacante de 32 años.

Pese a la guerra, el fútbol vuelve a algunos estadios en Sudán

Mohammed Abdelrahman jugador/Foto: AFP

- "Sensación indescriptible" -

Jibril Mohamed Nour, capitán de Hay Al Wadi, también comparte su emoción por el regreso del fútbol.

"Ni me lo creo, volver a jugar es una sensación indescriptible. Echamos de menos a nuestros aficionados, nuestra ciudad natal. Esperamos poder volver allí pronto", dice.

  • Antes de la guerra Hay Al Wadi jugaba en Nyala, la capital del Estado del Sur-Darfur (oeste).

Esa ciudad está ahora controlada por los paramilitares y sufre a menudo ataques aéreos del ejército sudanés.

El oeste de Sudán es la zona donde se producen los actos más violentos, con campamentos de desplazados asediados, bombardeados y reducidos a cenizas por ataques de motivación étnica.

Desde el inicio del conflicto, el equipo de Nyala entrena al otro lado del mar Rojo, en Arabia Saudita, y no regresó al país hasta hace apenas unas semanas antes del inicio del campeonato.

Pese a la guerra, el fútbol vuelve a algunos estadios en Sudán

Foto: AFP

- Grandes expectativas -

  • Aunque algunos jugadores están cortos de entrenamiento por la guerra y ciertos estadios no están a la altura, tanto jugadores como entrenadores y árbitros muestran enormes sonrisas.

"Los aficionados están ahí, los jugadores también... Podemos jugar y hay un sistema en pie, con infraestructuras", destaca el único entrenador extranjero de la liga, el egipcio Shawki Ghareeb, fichado recientemente por el Al Merrikh.

Mohamed Abdel Samee, uno de los administradores de la Federación Sudanesa de Fútbol, está muy orgulloso de que la instancia "haya insistido para organizar el campeonato".

"En cuanto haya terminado, vamos a planificar la próxima temporada, en la que esperamos que todos los equipos puedan jugar en su ciudad", dice.

  • Sin embargo, el conflicto bélico no da por ahora signos de apaciguamiento.