Bureij, Gaza.
"No hay donde ir en Gaza", lamentan muchos de los desplazados por la ofensiva israelí en la franja palestina, donde ni seguir huyendo es seguro para quienes lo llevan haciendo desde hace más de dos meses y medio.
"No hay una zona segura en la Franja de Gaza",
Asegura a EFE Sabri Abdelrahim en el campo de refugiados de Bureij, en el centro del enclave costero.
Israel ha pedido que lo abandonen, como lleva haciendo desde el comienzo de su ofensiva militar en octubre en distintas partes de Gaza, para que vayan a zonas supuestamente seguras, pero en las que también hay bombardeos.
Cansados de huir
- De cumplirse esa orden, se verían obligadas a ir al sur de Gaza más de 150.000 personas, pues este campamento es uno de los más densamente poblados de la Franja.
Un enorme agujero por el impacto de un proyectil recibe a quien entra en el lugar, donde hace poco la aviación israelí mató a tres personas.
Al menos 20.258 han muerto y 53.688 han resultado heridas desde que estalló la guerra el 7 de octubre entre el grupo islamista Hamás e Israel. Más de 1,9 millones de gazatíes, el 85 % de la población del enclave, se han visto desplazados.
- Muchos no quieren irse, pero los bombardeos les hacen pensárselo y finalmente la mayoría deciden huir, repitiendo las imágenes de coches y camiones llenos de gente, con banderas blancas, otros en carros tirados por burros con todo lo que les queda.
Niños, ancianos, mujeres, junto a colchones, mantas, utensilios de cocina y comida enlatada, mientras sobrevuelan aviones israelíes.
"Pidieron que nos dirijamos hacia Deir al Balah, aunque esa zona no es segura y no sabemos a dónde iremos", lamenta.