El sabor y el precio, los mayores obstáculos al consumo general de alternativas a la carne
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Bruselas, Bélgica. 

El sabor y el precio son los mayores obstáculos al consumo generalizado de alimentos alternativos a la carne, según un informe presentado, que pone de relieve que las personas más dispuestas a consumir estos productos son jóvenes, urbanitas, ecologistas y preocupados por el bienestar animal.

El estudio, titulado 'Alternativas a la carne' y realizado por el Consejo Asesor Científico de las Academias Europeas (EASAC por sus siglas en inglés), subraya que la transición a las alternativas a la carne ofrece "oportunidades y retos".

Revela que los productos de origen vegetal son por ahora más aceptados que los insectos y la carne cultivada y que muchos ciudadanos

están interesados en probar estos alimentos pero no tanto en consumirlos de manera sistemática.

Además, el informe deja claro que, aunque algunos sustitutos de la carne y las proteínas alternativas pueden ofrecer beneficios ambientales, para la salud y desde el punto de vista ético, es necesario llevar a cabo un análisis en profundidad para garantizar su sostenibilidad y asegurar asimismo que son asequibles y accesibles.

  • El estudio se centra en todos los sustitutos a la carne: los de origen vegetal, los productos a base de insectos, los fruto de fermentación y la carne cultivada.

En particular, muestra que las alternativas a la carne de origen vegetal, que muchas veces necesitan menos uso de tierra y agua, así como los insectos, tienen potencialmente una huella ambiental menor que la carne de ganado.

De la carne "de laboratorio", reconoce que su producción puede generar un alto consumo energético e indica que los posibles beneficios ambientales de esas tecnologías dependerán de poder optimizar las fuentes de energía renovables.

Admite, por otra parte, que la transición a alternativas a la carne y proteínas alternativas

"podría tener consecuencias económicas para los ganaderos, lo que requiere políticas proactivas que fomenten la adaptación y la diversificación".

Los agricultores, dice, podrían desempeñar un papel en la producción de insumos para alternativas a la carne, como el cultivo de ingredientes para proteínas vegetales o el suministro de materia prima para la fermentación microbiana o la carne cultivada.

Los autores del estudio consideran que las políticas europeas deberán buscar un equilibrio entre los objetivos ambientales y la resiliencia económica de los agricultores y las comunidades rurales.

E insisten en que comprender el impacto para los agricultores y buscar la manera de involucrarlos en la transición debe ser "una prioridad" para la UE.