Ciudad de México, México.

México tiene una "deuda histórica" con las mujeres por la violencia de género, que se cobra la vida de unas 3 mil 800 de ellas cada año, reconoció este miércoles el gobierno mexicano, al urgir un cambio cultural que elimine el machismo y el patriarcado.

"Tenemos una deuda histórica con las mujeres, en especial con las víctimas de violencia, y no podemos permitir la impunidad", dijo la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez, con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, promovido por la ONU.

Según cifras del estatal Instituto Nacional de Estadística citadas por Sánchez, cada año en México son asesinadas aproximadamente 3 mil 800 mujeres, además de que en la última década 6 de cada 10 mujeres han sufrido alguna agresión.

La estadística muestra también que diariamente un promedio de 32 niñas de entre 10 y 14 años se convierten en madres como resultado de abuso sexual, y una de cada cuatro ha sufrido violencia en el ámbito escolar.

La impunidad es una de las problemáticas centrales, pues en promedio sólo en la mitad de los asesinatos catalogados como feminicidios se llega a una condena, aunque en algunos estados del país la impunidad alcanza 98%, según el informe presentado durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.

"El machismo mata, destruye las vidas de las mujeres y limita el desarrollo de nuestro país", añadió Sánchez, instando a que se detenga la reproducción del "sistema cultural machista y patriarcal".

López Obrador señaló de su lado que las "condiciones de pobreza y desigualdad económica han llevado a que se produzcan estos fenómenos de agresión y violencia contra las mujeres" en México.

Para este miércoles están previstas marchas de organizaciones feministas en la capital y otras ciudades del país.

Autoridades y particulares han erigido barreras de protección en las rutas que seguirán las manifestaciones, que se han multiplicado en el último año, algunas con actos vandálicos.

El pasado 9 de noviembre, policías del balneario turístico de Cancún (este) hicieron disparos al aire mientras manifestantes, en su mayoría mujeres, protestaban frente al ayuntamiento tras el brutal asesinato de una joven.

Este incidente -inédito en México pues en las protestas los policías sólo utilizan escudos y en casos extremos gas pimienta- desató una ola de críticas dentro y fuera del país.