Maestros rurales, la otra cara de la educación




Por Tatiana Sánchez

El municipio de Lagos de Moreno forma parte de la Región dieciséis del Consejo Nacional del Fomento Educativo, CONAFE, el cual tiene como objetivo brindar el servicio de educación en las comunidades rurales que no cuentan con escuelas pertenecientes a la Secretaría de la Educación Pública (SEP). Lo que sólo ocurre con la ayuda de los Líderes para la Educación Comunitaria, también conocidos como maestros rurales.

Al respecto, habla Bernardo Gómez Ruiz Asistente Educativo:

«El Consejo Nacional del Fomento Educativo, que es el CONAFE, se encarga de brindar educación en comunidades rurales donde un sistema formal por parte de la Secretaría no tiene el acceso por las condiciones o la cantidad de alumnos que lo solicita. En este caso el CONAFE puede atender un servicio, a una comunidad con 5 alumnos, a partir de esta cantidad se les asigna un líder para la educación comunitaria que en comunidades pues para ellos es un maestro, el cual se encarga de dar una asesoría con el nuevo modelo educativo que es el “ABCD”, Aprendizaje Basado en la Colaboración y el Diálogo».

Salones de clases en comunidades rurales

El municipio de la Región Altos Norte que cuenta con mayor presencia de líderes comunitarios en su zona rural es Lagos de Moreno, atendiendo a 32 preescolares, 20 primarias y 17 secundarias. Le siguen los municipios de Encarnación de Díaz, Unión de San Antonio, San Diego de Alejandría y Ojuelos de Jalisco, siendo 170 maestros rurales los encargados de llevar la educación a las rancherías.

Desafíos de los maestros para llegar a  la comunidad

Todos los días se levantan antes del amanecer para trasladarse hasta el sitio donde fueron asignados. Tarea que emprenden de distintas maneras, pues depende de la distancia, de los apoyos de los padres de familia y de las condiciones de los caminos. Muchos de los maestros se acercan a las comunidades por medio de los autobuses de pasajeros que circulan por las carreteras federales de la región, otros consiguen aventones por parte de los lecheros o trabajadores que asisten a las ranchos; mientras que otros, por falta de trasporte o por las condiciones del camino, se trasladan a pie en carretera o en terracería recorriendo hasta 10 kilómetros bajo el sol, cruzando cercas, arroyos, establos, entre otros, para poder llegar a la comunidad.

Los líderes comunitarios María de la Luz Gonzáles Castillo, Cecilia Costilla Balderas y Aldo Edel Jordan Ramírez comparten un poco sobre su experiencia.

«Para llegar a la comunidad, era levantarse temprano y agarrar el camión que nos dejaba a pie de carretera, caminábamos un poco hasta donde nos encontraba la lechera. Había días que teníamos que caminar los siete kilómetros y pasar un pequeño arroyito, riachuelo, pero sólo en tiempos de lluvia».

«Había veces, caminaba los cuatro kilómetros de carretera que son de Sanjuanico a  toda la brecha del camino de terracería, y luego como cinco kilómetros para la escuela. En total como nueve kilómetros».

«Me quedaba en comunidad, siento que haces más cosas cuando te quedas dentro de comunidad  que cuando vas  y vienes, conoces más tradiciones, costumbres, te mezclas más con la familia y vas entendiendo por qué el comportamiento de cada alumno».

Algunos maestros llegan al acuerdo con los padres de familia para permanecer en la comunidad durante toda la semana, debido a que no se cuenta con medios de trasporte que les permitan ir y venir a la comunidad; o también, porque existen rancherías que  se encuetran muy alejadas y los caminos no se pueden transitar a diario.

Trabajar para el CONAFE es una experiencia de vida

Salones de clases en comunidades rurales

Ya sea que los maestros acudan a la comunidad de entrada por salida o permanezcan en ella toda la semana, la mayoría de los jóvenes y adultos que trabajan para el CONAFE en las comunidades rurales, coinciden en que es una experiencia que cambia la vida: que brinda crecimiento integral, mayor facilidad para desenvolverse frente al grupo, que permite conocer y comprender la vida en el campo, así como la riqueza que existe en las personas dentro de la comunidad.