París, Francia.
El presidente francés, Emmanuel Macron, inició este viernes sus consultas con los grupos políticos para nombrar a un nuevo gobierno casi dos meses después de las elecciones legislativas, que arrojaron un escenario sin mayorías claras.
Francia se encuentra en un limbo político desde los comicios del 30 de junio y 7 de julio, en los que la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) terminó en primer lugar con 193 de los 577 de la Asamblea (cámara baja).
- Pese a estar lejos de la mayoría absoluta de 289 diputados, el NFP, formado por socialistas, comunistas, ecologistas y el partido de izquierda radical La Francia Insumisa (LFI), pide formar gobierno y propone como primera ministra a Lucie Castets.
Pero el mandatario de centroderecha, que inició con la coalición de izquierdas su ronda de consultas en el Palacio del Elíseo en París, rechazó por el momento nombrarla como jefa de gobierno, al entender que no cuenta con la mayoría suficiente en la Asamblea.
Lograr una mayoría absoluta se anuncia difícil con la nueva cámara baja. Más allá del NFP, la alianza de Macron obtuvo 166 diputados, seguido del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) y sus aliados (142) y del partido de derecha tradicional Los Republicanos (LR, 47).
"Estoy dispuesta a construir coaliciones, a debatir con las demás fuerzas políticas para tratar de encontrar una vía para garantizar la estabilidad del país y responder a las necesidades urgentes" de los franceses, defendió Castets tras el encuentro.
La propuesta del NFP es la única sobre la mesa, pero el oficialismo, la ultraderecha y la derecha ya amenazaron con una moción de censura contra un gobierno de izquierdas, especialmente si hay ministros de LFI.
Pero la izquierda presiona.
El rechazo de nombrar a "un primer ministro de una coalición que llegó en cabeza" se asemeja a "un golpe de Estado", aseguró el líder comunista Fabien Roussel.
- "Mensaje de alternancia" -
A diferencia de los países de su entorno, donde el poder de los jefes de Estado es más bien protocolario, Francia cuenta con un régimen semipresidencial desde 1958 y Macron, cuyo mandato termina en 2027, comparte el poder ejecutivo con el gobierno, que puede ser de otro color político ("cohabitación").
También le corresponde nombrar al jefe de gobierno.
En una situación de bloqueo inédita en la vigente Quinta República, Macron pidió a su primer ministro, Gabriel Attal, continuar en el cargo durante los pasados Juegos Olímpicos de París.
Pero, según participantes en el encuentro con su alianza de centroderecha, Macron aseguró que las elecciones enviaron un "mensaje de alternancia" sin "repudio total" a su campo y que su objetivo es lograr una "solución institucionalmente estable".
¿Cómo lograrlo? La izquierda y el RN quieren derogar la última reforma de las pensiones, una de las políticas clave de Macron; ningún partido quiere aliarse con la extrema derecha, y LR, que apoyó al oficialismo en sus leyes clave de la pasada legislatura, reiteró su rechazo a un gobierno de coalición.
Macron conmocionó a Francia con el inesperado adelanto electoral de las legislativas previstas en 2027 para pedir una "aclaración" a los electores tras la victoria de RN en los comicios europeos, y ahora no puede disolver de nuevo la Asamblea hasta julio de 2025.
Pero la presentación de los presupuestos para el próximo año, que deben llegar al Parlamento en octubre, aumenta la presión para reemplazar el actual gobierno en funciones en la segunda economía de la Unión Europea.
La líder ecologista Marine Tondelier, quien criticó "una forma de obstrucción", le pidió una decisión para el "martes", tras las consultas, que continuarán el lunes con los ultraderechistas Marine Le Pen y Jordan Bardella.